Stephen King, el otro resplandor del rey del terror

Pocos escritores viven de sus libros. Stephen King es uno de los afortunados que puede gozar de una cartera millonaria: ha vendido más de 350 millones de copias en todo el mundo y obtuvo ganancias por 27 millones de dólares al cierre del año pasado.

Pero el camino para convertirse en el rey del terror no fue fácil: antes de publicar Carrie en 1974, el manuscrito del libro fue rechazado por al menos 30 editores. Hoy, la obra es considerada como uno de los thrillers más icónicos del género.

A partir de ese momento, el escritor originario de Portland, Maine, saltó a las grandes ligas de la industria editorial y comenzó a crear una galería de personajes en la que habitan payasos asesinos, escritores psicóticos y monstruos.

“Tengo miedo de todo tipo de cosas. Tengo miedo de fallar en cualquier historia que escriba, que no se me ocurra o que no pueda terminarla”, confiesa en una entrevista con la revista Rolling Stone, en 2014.

A sus 72 años, el creador de Eso puede presumir de haber publicado más de 70 novelas, siete libros de no ficción, más de 200 relatos y sus obras han sido adaptadas en aproximadamente 122 películas y una larga lista de miniseries aguardan a salir de las sombras en los próximos años.

Además de vivir de la venta de sus libros y las reediciones de los mismos, el autor también obtiene ingresos por la taquilla que las cintas recaudan a nivel mundial.

Eso Capítulo II recaudó 459.2 millones de dólares en entradas, monto del que le corresponderá aproximadamente 10 por ciento, de acuerdo con estimaciones de expertos de la industria cinematográfica.

Sin embargo, King siempre ha rechazado lucrar con su legado y la mejor prueba de esto son sus dollar babies (término acuñado por el propio estadounidense) un intento por compartir su trabajo con estudiantes de cine o aspirantes que buscan hacerse un espacio en la industria cinematográfica.

Por solo un dólar, los jóvenes pueden adaptar las historias del maestro del terror siempre y cuando nunca las distribuyan de manera comercial, además el acuerdo establece que deben enviarle una copia de la película completa al escritor. Un reto nada sencillo para quien es probablemente el mayor detractor de El resplandor de Stanley Kubrick.

Los dollar babies se remontan a 1982, pero la mente detrás del Doctor sueño habló públicamente de esta política hasta 1996 en la presentación de The Shawshank Redemption: The Shooting Script.

Marlene Diveinz, escritora y editora mexicana, considera que el legado del escritor no solo se ha construido alrededor de la literatura, también en la cinematografía y gracias a esto es uno de los autores más importantes.

La franquicia sangrienta de Stephen King

Estimaciones de Forbes ubican las ganancias del creador del Cementerio de animales en aproximadamente 40 millones por año, monto que lo convierte en uno de los escritores más ricos del mundo.

La venta de las reediciones de sus obras clásicas no han perdido su valor, debido a que es un negocio que no ha bajado de los 15 millones de dólares en al menos una década.

Antes de la etapa de los remakes, la película 1408, del año 2007, fue la más taquillera, con 132 millones de dólares acumulados en ganancias. Diez años después, la nueva versión de Eso superó la marca, con 700 millones de dólares en taquillas internacionales, según Box Office Mojo.

Alonso Díaz, crítico de cine, opina que el maestro de la ficción contemporánea ha sido cuestionado por lo prolífico de su obra, al grado de que es considerado como una franquicia. Sin embargo, el experto agrega que el escritor es parte de una industria que cada vez demanda más contenidos.

“Hollywood apuesta por crear películas que atraigan a un público masivo y Stephen King es el mejor aliado que tienen por lo popular que es su obra y la relevancia que ha cobrado entre los lectores más jóvenes. Algo es seguro: seguiremos viendo adaptaciones del escritor durante muchos años más”.

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