El éxito del Abenomics, el programa de la política económica del primer ministro japonés Shinzo Abe, se encuentra en riesgo.
La economía japonesa creció menos de la mitad de lo que se esperaba durante el último trimestre del 2013, y esto no pinta bien para un aumento en el impuesto a las ventas que se supone entrará en vigencia en abril de este año.
Aunque se preveía que la economía se expandiera a una tasa anualizada de 2.8 por ciento, el gobierno japonés reportó que el crecimiento fue de tan solo uno por ciento.
Este crecimiento decepcionante ha alimentado la especulación acerca de si el Banco de Japón incrementará su programa de estímulo monetario en los próximos meses.
Además, esto pone presión sobre el gobierno japonés para la implementación de las reformas estructurales, la llamada “tercera flecha” del Abenomics. Este factor se agrega a las otras dos “flechas”, que son el estímulo fiscal y el estímulo monetario.
En suma, estos tres ejes representan el esfuerzo del gobierno japonés para impulsar una recuperación económica sostenida que saque a su país de la deflación y del bajo crecimiento. Pero, con la confianza del consumidor cayendo y las exportaciones aportando un impulso limitado, el futuro del Abenomics aún está por verse.