La tarea de Mnuchin
El nuevo desafío para la administración de Trump es que en octubre alcanzará su límite de préstamos establecido por la ley, por lo que pidió al Congreso subir el techo de deuda antes de que eso ocurra.
Pero en caso de que no lo logre, hay un plan que evalúa el secretario del Tesoro, y que es el mismo que diseñó la administración de Obama en 2011, cuando tuvo que priorizar unos pagos sobre otros, según la agencia Bloomberg.
En términos del exsecretario del Tesoro, Jacob Lew, equivaldría a un “default con otro nombre”.
Lourdes González
El nuevo desafío para la administración de Trump es que en octubre alcanzará su límite de préstamos establecido por la ley, por lo que pidió al Congreso subir el techo de deuda antes de que eso ocurra.
Pero en caso de que no lo logre, hay un plan que evalúa el secretario del Tesoro, y que es el mismo que diseñó la administración de Obama en 2011, cuando tuvo que priorizar unos pagos sobre otros, según la agencia Bloomberg.
En términos del exsecretario del Tesoro, Jacob Lew, equivaldría a un “default con otro nombre”.
Para algunos economistas, esta idea fue terrible porque, aunque la medida protege a los tenedores de deuda, el método de priorizar los pagos alimenta los temores de que el valor de sus activos pueda declinar en caso de que la solvencia del país se deteriore.
En caso que la administración de Trump use este plan, la calificación crediticia de Estados Unidos puede ser rebajada.
“Si el departamento del Tesoro de Estados Unidos tuviera que emplear el plan ahora, eso podría significar que solo en noviembre, el gobierno vendería los bonos de deuda en 48 mil millones de dólares menos”, explicó Steve Rang, analista de Citigroup citado por Bloomberg.
La preocupación llegó a la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) al señalar que el Tesoro podría quedarse sin fondos para cumplir con todos los pagos en octubre próximo, si los legisladores no elevan o suspenden el techo de endeudamiento del país.
El límite de endeudamiento legal asciende a 19.81 billones de dólares. En ese sentido, es Steven Mnuchin quien tiene la última palabra sobre cuándo debe elevarse el techo de la deuda.
“Vamos a tener derecho a la deuda. No creo que haya ninguna duda de que el techo de la deuda se elevará”, declaró en entrevista.
“No creo que haya nadie que tenga la intención de poner en riesgo la capacidad del gobierno para pagar sus cuentas”, agregó.
Sin embargo, las gestiones de Mnuchin en este tema han sido socavadas por Mick Mulvaney, director de la Oficina de Gestión y Presupuesto, en parte para influir en cómo los conservadores votarían en temas clave, según The Washington Post.
Hasta ahora, todo bajo control
Rodolfo Navarrete, director de análisis de Vector Casa de Bolsa, explicó en entrevista que la administración de Donald Trump tiene un escenario distinto respecto al 2011.
Además, la fallida Ley de Salud del presidente desvanece el optimismo sobre su agenda de política económica y de ver este año una reforma fiscal.
“Francamente no creo que vaya a generar mayor problema. Es probable que lo cumpla, me parece que los republicanos tienen mayoría en el Congreso, no ha trascendido un riesgo por ese lado, en los mercados”, destacó Rodolfo Navarrete.
En el caso del plan de salud, son los propios republicanos quienes están en contra de cambiarlo; mientras que en el tema de la deuda es probable que el ambiente sea más favorecedor.