Tiempos ‘negros’

Como parte de un plan para recuperar la confianza, el gobierno federal inició ayer una serie de conferencias que explican los avances que han tenido las reformas aprobadas en los últimos dos años.

Los secretarios de Estado responsables de las reformas rendirán informes durante las siguientes dos semanas sobre el impacto de las nuevas leyes y los nuevos pronósticos.

El primero en hablar fue el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, quien ayer afirmó que el Gobierno prevé inversiones por hasta 62 mil 500 millones de dólares con motivo de la reforma energética. Esto contempla tanto las licitaciones para la explotación de hidrocarburos de la Ronda Uno, como la construcción de gasoductos e inversiones en el sector de electricidad.

Aunque existe un gran optimismo por los frutos de esta reforma, que se espera que lleguen a partir de finales de este año, el desplome de los precios del petróleo a partir de mediados del año pasado ha complicado el cumplimiento de las expectativas originales.

Conoce el discurso oficial, las reacciones del mercado y los pronósticos de los inversionistas.

GOBIERNO
Viento en popa

Gracias a los cambios introducidos por la reforma energética, la Secretaría de Energía (Sener) espera que en los próximos de tres a cinco años el país recibirá una inversión de 62 mil 500 millones de dólares.

Casi el 40 por ciento de este dinero, 23 mil 700 millones de dólares, serán destinados a la construcción de centrales eléctricas por parte de la inversión privada y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El titular de la Sener, Pedro Joaquín Coldwell, afirmó en conferencia de prensa que la reforma marcha a buen ritmo a pesar del desplome de los precios del petróleo. 

“Advierto un ambiente de optimismo, de gran ánimo por invertir en el país, sobre todo porque en economías importantes en el mundo hay deflación, los fondos de inversión están buscando rendimientos atractivos y obviamente positivos, y México representa un destino de inversión que da exactamente este tipo de oportunidades”, dijo.

También especificó que ya desde el año pasado se redujeron las tarifas de electricidad para la industria en un 18 por ciento, la comercial 16 por ciento y la residencial en 2 por ciento.

MERCADOS
Altas expectativas

Inicialmente, la prensa internacional y los mercados financieros recibieron con alfombra roja la promulgación de la reforma energética y sus leyes secundarias, enfatizando el histórico final del monopolio gubernamental que perduraba en este rubro desde 1938.

La razón de esta lectura positiva fue por partida doble: por un lado, la posibilidad de incrementar la producción petrolera del país después de nueve años de declive, y por otro estimular la inversión en el sector y en consecuencia impulsar el crecimiento económico.

A pesar de este interés, el desplome de más de 50 por ciento que los precios petroleros experimentaron desde mediados del año pasado a la fecha ha impactado negativamente sobre los presupuestos de las empresas energéticas y ha nublado el panorama para la reforma.

Es por esto que el Gobierno anunció en diciembre del año pasado estar evaluando una reestructuración de la Ronda Uno de la reforma, pudiendo incluso posponer algunas partes de la licitación.

Sin embargo, el interés no se ha ido del todo, ya que 19 empresas se han apuntado al proceso de precalificación de la Ronda Uno, y aún se espera que tan sólo en el rubro de hidrocarburos se atraigan hasta 50.5 mil millones de dólares en inversiones entre este año y el 2018.

PRONÓSTICOS
Horizonte complicado

Los precios petroleros se han levantado ligeramente desde el fondo tocado en enero de este año, pero analistas y expertos estiman que se mantendrán significativamente por debajo de los precios promedio vistos en los últimos cuatro años, por lo menos hasta el 2016 o 2017.

Como resultado, empresas energéticas alrededor del mundo (incluyendo a las gigantescas BP, Royal Dutch Shell, BP, y CNOC, entre otras) han recortado miles de millones de dólares de sus presupuestos de inversión, y el desarrollo de proyectos previamente aprobados ha sido pospuesto.

Para el Gobierno, que ve  a la reforma energética como la piedra angular de su estrategia económica, este escenario complica el panorama y presiona las finanzas públicas. 

Los recortes presupuestarios en las empresas energéticas implican una menor inversión para este sector en el país, y por lo tanto un menor impulso que el previsto para el crecimiento económico.

Esto es aún más preocupante al considerar que tan solo el petróleo representa el 13 por ciento de las exportaciones del país y alrededor de un tercio de los ingresos del gobierno federal.

A raíz de esto, Luis Videgaray, secretario de Hacienda y Crédito Público, ha señalado a la caída en la producción petrolera como “el riesgo más importante” para la economía mexicana en este año.