Todavía hay esperanza
Dejando de lado el tema político, la renegociación técnica del TLCAN avanza gradualmente. En el entorno de la Secretaría de Economía existe un leve optimismo de que el acuerdo llegará a buen puerto
Lourdes GonzálezUn panorama retador es lo que se anticipa para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), de cara a la siguiente ronda de conversaciones programada para enero de 2018, lo que es un ingrediente de incertidumbre para el país.
La semana pasada concluyó la junta intersesional en Washington, la cual fue de carácter técnico y sin la participación de los ministros de Comercio de los tres países.
En ese encuentro se preparó el terreno para las pláticas que se realizarán en Montreal, y se reportaron avances en los asuntos en los que se tienen menos diferencias, como son telecomunicaciones, anticorrupción, empresas productivas del Estado, facilitación comercial y procedimientos aduaneros, de acuerdo a un reporte de Citibanamex.
A pesar de que ninguno de estos temas quedó cerrado, “con ello se vislumbra un panorama retador para la próxima ronda que se realizará en Montreal, Canadá, del 23 al 28 de enero”, refiere el documento.
Expectativa incierta
Al respecto, el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, declaró en una entrevista que el país continúa enfrentando incertidumbre con relación al tratado comercial, lo que a su vez afecta la cotización del tipo de cambio.
Cuando Donald Trump publicó esta semana su estrategia de seguridad nacional colocó el tema comercial al centro de la misma y describió a China como un competidor estratégico.
En este contexto, un reporte de Bloomberg, explica que la nueva coyuntura de política exterior de la administración de Trump enfila a México, Estados Unidos y Canadá hacia un 2018 sin un plan claro para salvar el TLCAN.
Después de cinco rondas de renegociación, México y Canadá no ofrecieron una contrapropuesta a la exigencia de Estados Unidos de elevar el umbral mínimo del contenido regional en los autos al 85 por ciento desde el 62.5 por ciento actual; además que el 50 por ciento de contenido de todos los autos fabricados en Norteamérica sea estadounidense.
La posición de ambos gobiernos ha sido de rechazo a los objetivos de la administración de Donald Trump; aunque hay la expectativa que en Montreal haya propuestas alternativas.
“Los negociadores completaron sustancialmente un anexo sectorial de estándares de eficiencia energética”, según un comunicado del representante comercial estadounidense.
“Estados Unidos sigue buscando un compromiso serio y un avance significativo en estas conversaciones para un TLCAN moderno y reequilibrado”, explicó el documento.
Por su parte, la Secretaría de Economía anticipó que en la reunión técnica en Washington habría avances en 10 capítulos relacionados a la modernización del TLCAN.
Dado que hay antecedentes de terceras negociaciones cerradas de un tratado de libre comercio entre una o varias partes vinculadas, la negociación en curso tiende a facilitarse.
En las negociaciones para actualizar el TLCAN sólo se han cerrado los capítulos de pequeñas y medianas empresas, y el de competencia, que son los mismos que se han terminado en la modernización del acuerdo comercial de México con la Unión Europea.
“Creo que el estatus a partir de la quinta ronda, yendo hacia la reunión intermedia de Washington y la ronda ministerial de Canadá, es que de los 30 temas, 10 tienen que ver con la modernización. Creo que en esos estamos muy cerca de poderlos cerrar y el resto de los capítulos tienen un grado de complejidad”, precisó Guajardo.
La Secretaría de Economía dijo que aunque no se finalizó ningún capítulo en la quinta ronda, se logró un avance sustancial en anticorrupción, telecomunicaciones, buenas prácticas regulatorias, medidas sanitarias y fitosanitarias, facilitación comercial, comercio electrónico, obstáculos técnicos al comercio y en anexos sectoriales.
Grandes pendientes
En un análisis, la firma Hogan Lovells precisó que, aunque al parecer la discusión sobre algunos capítulos ha concluido y se hayan reportado avances, aún queda mucho por hacer.
Los especialistas de la consultora destacaron que el trabajo para la modernización del TLCAN se divide en tres áreas. La primera involucra los temas que pueden ser clasificados como actualizaciones, donde se incluyen los cambios en la tecnología y mejoras en los procedimientos y prácticas aduaneras que simplemente no existían hace 25 años cuando el tratado fue negociado. En esta parte, la mayoría del trabajo está terminado.
Una segunda sección involucra los asuntos que son complejos como los derechos de propiedad intelectual y el acceso al mercado agrícola. En estas áreas los negociadores estadounidenses con frecuencia logran avances graduales de tratado en tratado.
Por último, está la sección donde se incluyen las ideas nuevas que la administración de Donald Trump presenta por primera vez, en donde figura la cláusula de caducidad de cinco años (sunset clause, en inglés) y los requisitos de mayor contenido de Estados Unidos en las reglas de origen para los autos. La presencia de esta tercer área atrae la mayor parte de la atención y ha dificultado lograr mayores avances en la segunda área, precisó el reporte.
La mayor parte de la comunidad empresarial de Estados Unidos rechaza de manera tajante los objetivos propuestos en esta tercera área, los cuales muchos los consideran como una táctica para desalentar las negociaciones, reveló el comunicado. Por ejemplo, los grupos del sector automovilístico están bien organizados y unidos, y se encontraron en México con un mensaje claro de cómo los objetivos estadounidenses afectaría los empleos y la actividad de manufactura.