Todo lo que sube…
En las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, los mercados financieros se la han pasado de fiesta en los últimos años con acciones y bonos rebasando uno tras otro picos históricos.
Pero toda fiesta tiene su fin y las preocupaciones de que este momento ya llegó están creciendo entre los inversionistas. Algunos de los mayores expertos del mundo indican que los mercados están sobrevaluados, aunque nadie se atreve a decir que lo que se vive es una burbuja.
Rolando Hinojosahttps://www.youtube.com/watch?v=Yrdsu8R1YHc
En las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, los mercados financieros se la han pasado de fiesta en los últimos años con acciones y bonos rebasando uno tras otro picos históricos.
Pero toda fiesta tiene su fin y las preocupaciones de que este momento ya llegó están creciendo entre los inversionistas. Algunos de los mayores expertos del mundo indican que los mercados están sobrevaluados, aunque nadie se atreve a decir que lo que se vive es una burbuja.
En Estados Unidos figuras como Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal (Fed), y Robert Shiller, ganador del Premio Nobel en Economía, entre otros, han sonado la alarma y advierten sobre una posible corrección para las acciones tan pronto se dé un alza en las tasas de interés.
Mientras tanto, en China caídas que evaporaron cientos de miles de millones de dólares en sus principales mercados accionarios, después de que estos doblaron su valor en el último año, traen recuerdos de la crisis que vivieron en el 2007.
Y para los inversionistas que quieran refugiarse de esto vendiendo sus acciones y comprando bonos, hay más malas noticias.
Analistas de gran renombre, como Warren Buffet, George Soros, y Bill Gross han dicho que también los bonos están sobrevaluados. En esto se unen al consenso de los analistas, ya que una encuesta reciente mostró que 80 por ciento de los administradores de fondos alrededor del mundo consideran sobrevaluados a los bonos.
Para México y el resto del mundo, que han dependido del crecimiento económico de ambos países para recuperarse de la crisis del 2008, esto es un escenario preocupante. Problemas en los mercados financieros podrían afectar de manera más amplia la economía, llevando a más años de desempeño decepcionante.
Corrección americana
En entrevista con analistas del banco Goldman Sachs, Shiller indicó estar preocupado de que el mercado accionario estadounidense se enfrente a una corrección en los próximos seis meses, aunque agregó que siempre es difícil predecir cuándo ocurrirá un evento como ese.
Shiller agrega que no se trata sólo de medidas de valuación como la relación entre precio e ingresos, sino también de la confianza que los inversionistas tienen en el mercado.
Ésta recientemente tocó su punto más bajo desde el 2000, según datos recopilados por Shiller, quien dice que esto “es una fuente de preocupación y puede ser un síntoma de una burbuja, aunque no sé si tenemos suficientes datos para probar que se trata de una burbuja”.
Tanto Shiller como Jeremy Siegel, profesor en la Universidad de Pensilvania, dijeron a Goldman Sachs que sería justo decir que los bonos están sobrevaluados, aunque ninguno de los dos se atrevió a decir que están en una burbuja.
Estas advertencias se unen a las de Bill Gross, ex-director de inversiones en la administradora de activos Pimco, quien el mes pasado dijo a sus clientes que considera que el “superciclo” alcista que han vivido las acciones y los bonos durante los últimos 35 años está llegando a su fin, por lo que los próximos años traerán menores rendimientos.
Dragón inflado
El mercado bursátil de China vive un momento de frenesí. El índice Shanghai elevó su valor 126 por ciento en los últimos doce meses. El índice Shenzhen ha crecido 97.4 por ciento en lo que va del 2015.
Sin embargo, los inversionistas globales se preguntan si la reciente alza en el precio de las acciones chinas es una burbuja especulativa a punto de reventar.
Bank of America reportó que la semana pasada los inversionistas dirigieron 4.5 mil millones de dólares hacia fondos accionarios de China. La entrada de capital de esa semana es la más alta desde abril de 2008.
No obstante, el jueves pasado se encendieron las alarmas respecto a una posible corrección en el mercado. Los índices Shanghai y Shenzhen cayeron 6.5 y 5.5 por ciento respectivamente.
La preocupación principal reside en las elevadas valuaciones de las firmas chinas. Analistas calculan que el 85 por ciento de las empresas del índice Shanghai presentan valuaciones superiores a cuando el mercado colapsó en 2007.
El índice Shenzhen presenta una relación promedio entre precio y ganancias de 61 veces. Esto es 25 por ciento más que el 30 de abril y el doble respecto a finales del 2014.
Los rumores de una burbuja especulativa continúan creciendo: la semana pasada el promedio de tenencia de una acción cayó a 14 días. El promedio en Estados Unidos es de cuatro meses.
Además, la economía real contrasta con el dinamismo del mercado accionario. China registró un crecimiento interanual en el primer trimestre de 2015 de 7 por ciento, la tasa más baja en 25 años.