Más monitoreo electrónico, excepciones y limitaciones a los derechos de autor, la criminalización ciertas formas de periodismo y de la filtración de información, entre otras, son las medidas que el Acuerdo Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) busca introducir.
Por eso, un grupo de 250 compañías, la gran mayoría de ellas pequeñas empresas de tecnología e información, se unieron para exigirle al gobierno de Estados Unidos más transparencia en relación al acuerdo comercial, que involucraría a 12 países y representaría un tercio del comercio mundial.
“La cláusula de secretos comerciales del TPP podría hacer que la revelación de fechorías por parte de corporaciones ‘a través de un sistema computacional’ se convierta en un crimen”, le dijo a The Guardian un director de la Electronic Frontier Foundation.
“El lenguaje es peligrosamente vago, y le permite a los países signatarios implementar reglas que prohibían reportar temas críticos que afectan al público”.
Denominado como un “golpe de Estado corporativo” y el “Tratado de Libre Comercio en esteroides” por sus detractores, las negociaciones del TPP, que elevaría a compañías transnacionales al mismo estatus legal que naciones soberanas, no se han hecho públicas.
“El hecho que hayan tomado medidas extremas y sin precedentes para no permitir a nadie saber qué está pasando (…) nos dice que esto es algo que se le está haciendo *a* los estadounidenses y no *para* los estadounidenses”, cita la carta conjunta.
México es cómplice
Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam son los países que actualmente negocian el polémico tratado.