Subsectores del mercado inmobiliario de las bienes raíces como el industrial y de vivienda se transformaron y crecieron gracias a la crisis sanitaria y económica del 2020, mientras que el comercial y corporativo registraron una variación a la baja y no descartan severos cambios, de acuerdo con especialistas consultados por Reporte Índigo.
Pese a esta transformación, lejos de debilitarse, este mercado, que aporta el 11.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país, se ha convertido en un atractivo destino de inversión, tanto para los jugadores tradicionales como para las personas interesadas en resguardar su capital en un sector sin tanta incertidumbre como ocurrió en otros mercados durante 2020.
Efecto digital en el mercado inmobiliario
De todos los subsectores del mercado inmobiliario, el industrial fue el que registró el mayor incremento de demanda durante los primeros meses de 2020 con siete por ciento, superando incluso al de la vivienda, de acuerdo con el Reporte Inmobiliario 2020 de Lamudi.
Este aumento estuvo impulsado en gran medida por el acelerado y sostenido crecimiento del comercio electrónico que provocó la transformación en procesos de cadenas de suministro y con ello una mayor demanda de espacios de distribución de los productos.
El inventario industrial clase A registró 12 millones de metros cuadrados para el cuarto trimestre de 2020, lo que representa 966 mil metros cuadrados más de los que se contaban en el tercer trimestre de ese mismo año, de acuerdo con un reporte de Newmark, líder mundial en servicios inmobiliarios comerciales.
“Las empresas se tuvieron que dar a la tarea de encontrar espacios adecuados para satisfacer la demanda de comercio electrónico y replantear espacios de cadenas de suministro para proyectos de última milla en donde los desarrolladores industriales, Fibras (Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces) y fondos de capital privado se enfocaron en adquirir y posicionar su producto principalmente ubicado en zonas céntricas y áreas conurbadas de las principales ciudades”, explica Jorge Fabris, director del sector industrial de Newmark.
La Zona Metropolitana de la Ciudad de México, específicamente la alcaldía Gustavo A. Madero, y el Corredor Cuatitlán-Tultitlán-Tepoztlan, fueron epicentros de esta reconfiguración de corredores industriales y el incremento de centros de distribución.
“En esas zonas se registraron adquisiciones de inmuebles que se reconvirtieron en centros logísticos de última milla, esa fue una constante para el 2020 con expectativa muy positiva de crecimiento sostenido de la demanda de este tipo de espacios para el 2021 e inclusive hacia el 2022”, detalla.
Además, los precios ponderados de las naves industriales incrementaron para los últimos tres meses del 2020 respecto al trimestre anterior, al pasar de 5.48 dólares por metro cuadrado a 5.85.
En contraste, los espacios de pisos comerciales registraron una disminución de su demanda de hasta 34 por ciento en 2020, de acuerdo con datos de Lamudi.
“Derivado de este comportamiento de cambios de hábitos de los consumidores y el cierre de actividades no esenciales, los centros comerciales o el piso de ventas que pudiera llegar a estar disponible para arrendamiento o adquisición se han visto mermados con disminución bastante pronunciada de los precios y aumento de la oferta de los espacios”, señala.
Efecto Home Office
En la vivienda, el rey de los subsectores del mercado inmobiliario, se registraron dos efectos atribuidos a la adopción del trabajo en casa: el primero, relacionado con la “migración” de la demanda de viviendas en zonas o ciudades “secundarias”; y el segundo, con el aumento en el interés de casas.
“Antes se tenía que estar rentando propiedades más caras para estar cerca de espacios laborales, hoy está la oportunidad de tener una vivienda más asequible (…) además hemos observado una apreciación de 11 por ciento de las casas, porque están buscando mayor privacidad y los espacios de amenidades que incluyen desarrollos verticales están actualmente en desuso por la pandemia”, dice Daniel Narváez director de marketing de Lamudi.
Entre las ciudades secundarias con mayor variación positiva en la demanda inmobiliaria están el Estado de México, Querétaro, Puebla y Yucatán.
En el otro extremo del tablero de demanda inmobiliaria están los espacios corporativos en el que se registró una disminución de 43 por ciento, en el periodo de noviembre de 2019 a mayo de 2020, de acuerdo con datos del Reporte Inmobiliario 2020 de Lamudi.
Los espacios laborales no volverán a operar como en el pasado, incluso ante una desescalada de medidas de confinamiento. Aproximadamente 64 por ciento de las empresas en el país planean establecer esquemas permanentes de trabajo remoto, apunta un estudio elaborado por PwC, una de las firmas de consultoría más reconocidas del mundo.