Tras las elecciones japonesas realizadas el domingo, la coalición gobernante del primer ministro japonés Shinzo Abe, integrada por el Partido Liberal Demócrata y el Nuevo Komeito, fue la ganadora con un gran margen en la votación.
Con esto, Abe obtiene el control de ambas cámaras, en donde dará seguimiento a las políticas económicas bautizadas como Abenomics.
Shinzo Abe logró fácilmente la victoria a través del optimismo en el precio de las acciones, que se dispararon a principios de este año, después de que el Banco de Japón comenzara con el programa de flexibilización cuantitativa.
Por consecuente, Abe anunció los futuros planes de estímulo que necesitaría Japón, pero afirma que se requiere un control total de ambas cámaras para poder implementar las reformas y continuar con su plan de recuperación.
Por otro lado, la coalición conservadora, a través de su alianza con la formación Nuevo Komeito, consigue 135 de los 242 asientos del Senado.
Se vio una de las participaciones más bajas en las urnas, pues aproximadamente acudió el 51 por ciento de los electores a votar; pero esto no afectó el resultado esperado e incentivado por las afirmaciones de Abe por continuar con sus políticas económicas, el incremento del ejército japonés y la búsqueda de participación extranjera.
Tras la deflación que Japón ha sufrido durante casi 15 años, el gobernador del Banco de Japón introdujo medidas masivas de crédito con el objetivo de elevar la inflación, ya sea en 1 ó 2 por ciento anual, y de la misma manera, asignando un aproximado de los 100 mil millones de dólares para poder financiar proyectos de obras públicas.
Pronóstico difícil
Pero no todos lo ven como una victoria para Japón, pues los analistas pronostican un mandato difícil para Abe, e incluso descalifican su habilidad como líder.
“El hecho de que gane las elecciones no significa que los intereses creados serán más susceptibles a los cambios que puedan afectar de forma negativa”, dijo Jun Okumura, asesor de Eurasia Group, “un líder puede hacer mucho con la capacidad de nombrar y destituir a los miembros del gabinete y, en definitiva, el derecho de llamar a elecciones generales. Pero no veo al señor Abe como ese tipo de líder”.
Un desafío muy grande que enfrenta Abe es la mala relación que llevan con China. Aunque Japón se ve protegido por los Estados Unidos, el temor de iniciar un conflicto bélico con China es muy grande, principalmente por un grupo de islas deshabitadas en el mar oriental de China, que actualmente son controladas por Japón.
Aunque es cierto que el ver a China como una amenaza pública y económica ha estado reforzando la planeación de las nuevas reformas japonesas; sin embargo, si Japón decide continuar creciendo, sería momento de reconocer y respetar al resto de las economías del mundo.