La incertidumbre que rodea al gobierno que encabezará Donald Trump, a partir de enero de 2017 se ve desde varios frentes. Uno de ellos es su relación con la Reserva Federal (Fed) y la política monetaria, con la cual el presidente electo no ha estado muy cómodo.
Por eso, el legislador por Texas, Jeb Hensarling, ha declarado que el equipo de Trump apoya los esfuerzos dirigidos desde el Congreso para poner límites a la Fed.
El republicano de Texas fue uno de los que encabezó las críticas contra la institución monetaria cuando la Ley de Reforma y Modernización de la Supervisión de la Fed pasó por la Cámara de Representantes en 2015.
La legislación, que no fue adoptada por el Senado, necesitaba que la Fed adoptara una regla para guiar la política monetaria. Esto daría a la Oficina de Responsabilidad del Gobierno del Congreso una mayor capacidad de supervisión a las acciones del banco central.
Hensarling, quien trabajó de cerca con el vicepresidente electo Mike Pence cuando éste último era legislador, ha atacado repetidamente a la Fed. Las críticas se centran en la falta de límites establecidos a la discrecionalidad del banco central para tomar decisiones de política monetaria. El argumento de Hensarling yace en que una mayor supervisión se traducirá en una institución más predecible, transparente y responsable.
A su vez, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, se ha opuesto a las intenciones de miembros del Partido Republicano de limitar la capacidad del banco central estadounidense en la conducción de la política monetaria. Yellen ha dicho que esto podría representar un mal precedente que limite el campo de acción de la Fed.
En ese sentido criticó las propuestas republicanas al calificarlas como un asalto a la independencia del instituto central, que la próxima semana se reunirá.