El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistió en que la única forma de que un arancel global a las importaciones de acero y aluminio no aplique a México y Canadá, es que los tres países logren un acuerdo en la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC).
“Estamos trabajando en el TLC en este momento: si somos capaces de lograr un acuerdo con Canadá y México en el Tratado, entonces no habrá razón para imponerles los aranceles”, dijo el mandatario estadounidense durante una rueda de prensa junto al Primer Ministro de Suecia, Stefan Lofven.
Desde la semana pasada, Canadá condenó la idea de imponer aranceles a sus importaciones, el Gobierno mexicano exigió el lunes que el país sea exento de la aplicación del arancel.
Insistiendo en que el arancel global a las importaciones sería de 25 por ciento en el caso del acero y de 10 por ciento en el caso del aluminio, Trump defendió la idea como una medida para rebalancear el déficit comercial, y aseguró que en caso de una guerra comercial, los otros países perderían.
“Cuando estamos rezagados todos los países, las guerras comerciales no son tan malas. Cuando estamos atrás por 30 mil millones, 40 mil millones, 60, 100, la guerra comercial les provoca daño a ellos y no a nosotros”, aseguró el presidente.
Adelanta cambios
En un mensaje de Twitter, Donald Trump adelantó que habrá más cambios en su Administración con el fin de buscar la perfección, negando que exista caos en la Casa Blanca.
“La noticia de que hay caos en la Casa Blanca ¡Equivocada! La gente siempre va y viene y quiero tener un fuerte diálogo antes de tomar una decisión”, escribió el mandatario, agregando que tiene todavía gente que quiere cambiar “siempre buscando perfección. No hay caos, solo gran energía”.
Y es que la guerra comercial abierta por Trump ya tiene su primera víctima: Gary Cohn, el consejero económico de la Casa Blanca.
Cohn presentó su renuncia por diferencias con el presidente Trump en la batalla arancelaria.