Tsunami asiático
La semana pasada el presidente de Estados Unidos Barack Obama dijo en una conferencia de prensa que va “a persuadir a la mayor cantidad de países posibles de apoyar el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP por sus siglas en inglés).”
El mensaje fue entendido como una confirmación de que el TPP es un proyecto en expansión. Obama se reunió el 16 de octubre con la presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye. Uno de los temas prioritarios de la reunión fue la potencial incorporación del país asiático al acuerdo comercial más grande del mundo.
Rodrigo Carbajalhttps://www.youtube.com/watch?v=IUQweBrmbzE
La semana pasada el presidente de Estados Unidos Barack Obama dijo en una conferencia de prensa que va “a persuadir a la mayor cantidad de países posibles de apoyar el Acuerdo Estratégico Trans-Pacífico de Asociación Económica (TPP por sus siglas en inglés).”
El mensaje fue entendido como una confirmación de que el TPP es un proyecto en expansión. Obama se reunió el 16 de octubre con la presidenta de Corea del Sur, Park Geun Hye. Uno de los temas prioritarios de la reunión fue la potencial incorporación del país asiático al acuerdo comercial más grande del mundo.
En ese sentido, Obama también sostuvo ayer un encuentro con su homólogo de Indonesia, Joko Widodo, para tratar temas similares.
El cabildeo de Estados Unidos, abocado a integrar a las economías del sudeste asiático, tiene implicaciones mixtas para México, un país que ha gozado de una ventaja competitiva dada su integración con la mayor economía del mundo.
Pese a la intensificación de la competencia por el mercado estadounidense, particularmente en las industrias de electrónicos y textiles, el gobierno mexicano ha insistido en que ser socios fundadores del TPP les ha permitido escribir las reglas del juego.
Los nuevos jugadores
Tras el fin de las negociaciones entre los doce miembros fundadores del TPP, se dejó claro que el acuerdo sentaba las bases para la incorporación de nuevos miembros, especialmente del sudeste asiático.
El Instituto Peterson de Economía Internacional publicó un reporte en el que insistía en que la entrada de países como Corea del Sur, Filipinas,Tailandia, Taiwán, Indonesia y eventualmente China al TPP se traduciría en mayores ganancias para los países miembro.
Para México, según argumenta el instituto, esto significa la diferencia entre un beneficio marginal y lo que podría ser una aportación de cinco puntos porcentuales al Producto Interno Bruto (PIB) del país para el 2025.
Sin embargo, esta perspectiva se ha tomado con reserva considerando que las manufacturas asiáticas son rivales directos de un número importante de segmentos clave de exportación de México.
Corea del Sur fue uno de los primeros países en levantar la mano para integrarse al TPP. El país es considerado un candidato natural dada su vocación exportadora, su mercado desarrollado y su ventaja competitiva en la producción de manufacturas electrónicas.
Indonesia, por otro lado, está transitando lentamente desde una visión económica proteccionista hacia una postura más amigable con el libre comercio. A inicio de mes, el ministro de comercio declaró que el país se estaría uniendo al TPP en los siguientes dos años.
El rival a vencer
Este país depende en gran medida de la exportación de bienes manufacturados, los bajos salarios representan una fuente relevante de su ventaja competitiva y el TPP le ofrece una nueva ventana para explotar el mercado estadounidense.
El paralelismo con México es impresionante, pero la descripción hace alusión a Vietnam, el miembro fundador del TPP que será el país más beneficiado con el acuerdo, según un consenso de analistas.
La agencia Bloomberg reporta que se pronostica un incremento de 11 por ciento del PIB de Vietnam en la siguiente década a raíz del impulso del TPP. En este periodo, se espera que las exportaciones del país asiático se incrementarán en un 28 por ciento dada la reducción de más de 18 mil tarifas contempladas en el tratado.
La firma Eurasia Group estima que la industria textil y de calzado presentará un incrementó de 50 por ciento para los siguientes diez años.
La preocupación para México no se limita a la amenaza que Vietnam representa para su participación de mercado en Estados Unidos. Miembros de la industria mexicana han expresado su preocupación respecto a la entrada de productos chinos disfrazados de importaciones vietnamitas que puedan burlar los aranceles prevalecientes. El 80 por ciento de los insumos de Vietnam provienen de China, de acuerdo al presidente de la Cámara de la Industria Textil en México.
China ambivalente
La gran duda que ha generado el TPP es su postura frente a China, el país que el año pasado le arrebató a Estados Unidos la primera posición como la nación con mayor actividad comercial.
La administración de Obama ha emprendido una política a favor del libre comercio global. Estados Unidos fue el principal patrocinador de las negociaciones del TPP y actualmente se encuentra en conversaciones con Europa para establecer un acuerdo transatlántico de características similares.
Tras el cierre de las negociaciones del TPP, la primera lectura del acuerdo fue recibida como una medida de contención hacia China. Obama declaró que sin el TPP, se dejaría que el gigante asiático dictara las reglas del comercio global.
No obstante, ha crecido la expectativa de que el ingreso de China al acuerdo no sólo es inevitable, sino deseable para el desarrollo comercial global.
Gao Hucheng, ministro de comercio de China, aseguró a inicios de mes que no veía al TPP como un proyecto diseñado para excluir al gigante asiático. Asimismo, el Study Times, uno de los diarios más influyentes del Partido Comunista, publicó un editorial argumentando que China debería ingresar al TPP ya que esto se encuentra en línea con su proceso de reforma económica.