La pandemia por COVID-19 y la vacunación escalonada en México ha propiciado que mexicanos opten por otras formas de protección. Una de ellas, viajar al extranjero con tal de recibir la dosis de las vacunas antes de lo previsto por la Secretaría de Salud del país.
Esta situación seguirá ocurriendo, pues la variante Ómicron ha mostrado mayor viralidad entre las personas. A esto se suma la aplicación de la dosis de refuerzo contra dicha enfermedad, dada a conocer a finales del 2021 por el gobierno.
Desde las primeras inmunizaciones, muchas personas optaron por ir a Estados Unidos para hacerlo posible.
“Fui a Estados Unidos con la intención primordial de vacunarme, también aproveché para visitar a la familia”, refirió Lucía Olvera, a quien se le cambiaron sus datos para proteger su identidad. Acudió a Indiana para obtener las dos dosis de Pfizer con el tiempo propio entre una y otra.
Para quienes les ha sido posible viajar, tienen la accesibilidad de elegir la vacuna; se sienten más seguros de estar protegidos y su salud mental se fortalece sin dejar de cuidarse.
Los costos de los vuelos y hospedajes varían, además no hay un plan en específico que oferten las agencias de viaje, aunque se ha vuelto común que vayan para vacunarse.
Por su parte, Laura Lozano tuvo acceso a la vacuna Johnson & Johnson en Seattle porque es aceptada por la OMS que le permite viajar, ya que lo realiza con frecuencia.
“Mi tía ya tiene dos vacunas y le preguntaron si ya tenía su tercer refuerzo, no fue el caso y sin más se lo dieron. La enfermera mencionó que le sobraban muchas vacunas y se le estropearían, dando a entender que mucha gente ya está vacunada incluso hasta tres veces”, comentó Lozano.