El Royal Bank of Scotland (RBS) ha transferido más de 61 millones de dólares de sus peores préstamos a un nuevo banco, por lo que espera registrar pérdidas para todo el siguiente año.
Lo anterior forma parte del proceso de reestructuración que ha sufrido la institución después de llegar a la quiebra y tener que ser rescatado por las autoridades, en la que es considerada como una de las operaciones más caras de este tipo.
Esta nueva rama de RBS ha creado lo que puede ser considerado como dos bancos, uno bueno y otro malo.
En el primero se concentran todas las operaciones regulares del banco con los créditos sanos que cuentan con garantía y generan ganancias, mientras que en el otro se relegaron los préstamos que representan una pérdida.
El Secretario de Hacienda británico, George Osborne, afirmó que los cambios tienen como objetivo recuperar parte de los 72 mil millones de dólares que costó el rescate RBS.
Las pláticas para decidir la división del banco comenzaron desde junio pasado con la esperanza de que el gobierno pueda reducir su participación en el banco. Sin embargo, es probable que todavía durante el próximo año y medio no se note algún cambio sustancial.
Costo de los contribuyentes
De acuerdo con George Osborne, la creación del banco malo significará una menor exposición para los contribuyentes británicos que tienen interés en RBS desde que fue rescatada por el gobierno.
Entre el 55 y 70 por ciento de los activos malos de RBS serán transferidos durante los primeros dos años, pero se espera que todos sean absorbidos por el banco malo para el tercer año. La nueva división contará con sus propios gestores administrativos.
Las acciones tomadas por RBS se asemejan a las que en el 2009 llevó a cabo Citigroup Inc. con la creación de Citi Holdings, la cual se encargó de vender más de 573 mil millones de dólares en activos no deseados.
La reestructuración para Citigroup le facilitó conseguir una recuperación económica, por lo que existen grandes esperanzas para RBS.
A pesar de lo anterior, los analistas consideran que no se podrá reducir la participación del gobierno en el banco a tiempo para las elecciones, que se realizarán en 18 meses.
La parte de RBS que se quedará con los activos más tóxicos y volátiles incluirá 23 mil millones de dólares en activos de su unidad central, y 37 mil millones de la operación secundaria.
Por su parte, Irlanda será responsable de casi 14 mil millones de dólares, mientras que Reino Unido de 3 mil millones.