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Un mercado para dar vida

Desde que el primer trasplante de riñón se realizó exitosamente en 1954 en Boston, la medicina ha logrado dar grandes progresos en dichas prácticas desde entonces. Sin embargo, la falta de oferta de órganos ha provocado que los pacientes mueran a la espera de alguno. 

En un artículo para The Wall Street Journal, los economistas Gary Becker, Nobel de economía de la Universidad de Chicago, y Julio Elías, de la Universidad del CEMA en Argentina, proponen soluciones.

Desde que el primer trasplante de riñón se realizó exitosamente en 1954 en Boston, la medicina ha logrado dar grandes progresos en dichas prácticas desde entonces. Sin embargo, la falta de oferta de órganos ha provocado que los pacientes mueran a la espera de alguno. 

En un artículo para The Wall Street Journal, los economistas Gary Becker, Nobel de economía de la Universidad de Chicago, y Julio Elías, de la Universidad del CEMA en Argentina, proponen soluciones.

Estos académicos reconocen la problemática aun en el país más rico del mundo, Estados Unidos, ya que advierten que para quien buscan un órgano, el tiempo de espera en promedio ha aumentado de 2.9 a 4.5 años.

Para quienes buscan un trasplante de riñón, la alternativa de diálisis es muy costosa y solo da un poco más de tiempo. 

Para quien ronde entre los 45 y 49 años, los pacientes en diálisis viven en promedio 8 años más con el tratamiento, mientras quien obtiene el trasplante vive 23 años más. 

Además, estar en diálisis tiene un costo promedio anual de 80 mil dólares (alrededor del millón de pesos). El trasplante ronda los 150 mil dólares.

Aunque el ser humano puede vivir sin un riñón sin problema alguno, tan solo el 34 por ciento de los donantes en Estados Unidos están vivos. 

Por lo que Becker y Elías llegan con la propuesta de establecer un mercado legal de órganos que sirva para disminuir la brecha entre oferta y demanda de órganos, y que así los tiempos de espera para los pacientes prácticamente desaparezcan. 

De acuerdo con investigaciones de dichos economistas, el precio adecuado por órgano debería estar en función de las siguientes variables: número de días de trabajo que requiera el proceso y la recuperación y un extra por el pequeño riesgo al entrar en cirugía o por la pérdida en calidad de vida. 

Con ello, el precio por riñón, según estiman, estaría entre 25 o 5 mil dólares.

Escasez en México

Datos de la “Asociación Ale”, instituto que fomenta la cultura de donación de órganos, establecen que por cada millón de mexicanos tan sólo hay 3.3 donantes. 

Teniendo en cuenta que hay 9.5 millones de mexicanos que sufren algún padecimiento relacionado al riñón, esa cifra de donadores es una brecha muy grande entre la oferta y demanda de órganos en el país; por lo que el 80 por ciento de la lista de espera muere antes de que llegue el órgano deseado, declara Adriana Castro, presidenta del organismo.

Este tipo de organizaciones están limitadas a solo concientizar sobre la donación. 

Aunque en diversos países el comerciar con órganos de personas vivas es mal visto, algunos otros ya están en pleno desarrollo de políticas que podrían regular dicho mercado. 

Irán es pionero en dicho campo, en donde se calcula que el precio ronda los 4 mil dólares con tiempos de espera prácticamente nulos. Australia y Singapur también incursionan ya en el mercado. 

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