“Intentamos hacer algo que sí puedes comer en la calle, que es una hamburguesa, pero también ponerle el valor agregado del trabajo de un chef detrás de la comida”
Para un chef con la experiencia de Carlos Guerra, abrir un negocio de food truck podría parecer que no tiene sentido.
Luego de trabajar seis meses en el restaurante Noma, en Copenhague, considerado como uno de los mejores del mundo, Guerra accedió a la propuesta de su amigo Heriberto Garza de crear un food truck. Por su parte, Heriberto acababa de regresar de San Francisco fascinado con los sliders y decidió incluir un concepto similar en el nuevo restaurante.
Al proyecto se sumó otro amigo, Rogelio Cantú, y así nació el Artesano Bistro Truck en Monterrey, un food truck de hamburguesas gourmet y pizzas vegetarianas.
“A mí no me encantaba la forma de hacerlos (los sliders), que era nada más con cebolla y carne”, cuenta Carlos. “Parte de mi trabajo fue agarrar el concepto que él (Garza) quería incluir en el camión y redondearlo, ponerle elementos a los lados y hacerlo un menú completo.
“Intentamos hacer algo que sí puedes comer en la calle, que es una hamburguesa, pero también ponerle el valor agregado del trabajo de un chef detrás de la comida”.
Los food trucks -camiones ambulantes que se detienen en la calle para ofrecer comida rápida, frecuentemente de calidad gourmet- podrán ser un concepto relativamente nuevo en México, pero esta tendencia gastronómica y empresarial se fortalece recientemente en el país.
Para los consumidores, los food trucks ofrecen la conveniencia de la comida de calle, veloz y sin necesidad de desplazarse mucho, con la calidad de la comida de un restaurante.
Y para los dueños de los food trucks, éstos ofrecen ventajas en comparación con emprender un restaurante, ya que cuentan con costos más competitivos al no tener que pagar renta o salarios de meseros, y tienen movilidad en caso que una locación no resulte ser buen negocio.
Los emprendedores detrás de estos restaurantes suelen ser jóvenes que aportan ideas originales a la vieja industria de la comida.
La aventura de estos tres amigos que llevan más de 15 años de conocerse lleva 8 meses de éxito, por lo que se encuentran en planes para expandir el negocio.
“A nosotros nos gusta bastante nuestro punto y hemos tenido mucho aceptación aquí.
“La idea es no dejar a la gente que sabe que aquí estamos, la gente que no usa las redes sociales, no desairarlos”, explica Garza
Baches legales
A pesar de su popularidad en todo el mundo, las autoridades en México amenazan con prohibir la operación de los food trucks por falta de una regulación apropiada.
Sin considerar la sencilla solución de crear una ley, el argumento de los gobiernos municipales refleja una situación de inequidad, pues miles de comerciantes informales venden todos los días alimentos violando reglamentos vigentes.
En lugar de combatir la informalidad de manera efectiva, expertos afirman que el Gobierno de México incentiva la informalidad gracias a sus políticas fiscales y su falta de autoridad regulatoria frente a los comerciantes informales tradicionales.
Hasta el momento, el Gobierno del DF es el que ha realizado más intentos para cerrar estos negocios, imponiendo multas que superan los 30 mil pesos y amagando con expedir disposiciones legales para prohibir de manera expresa los food trucks.
