Una tragedia leída en pesos
La relación del peso con sus homólogas monetarias del mundo últimamente ha sido volátil.
Recientemente, el tipo de cambio contra el dólar alcanzó niveles preocupantes, incluso se activó el mecanismo de subastas del Banco de México, que subastó 258 millones de dólares el miércoles pasado.
¿Razones para esta depreciación? La tragedia griega y la última reunión de líderes europeos son los principales responsables.
Socio pequeño pega fuerte
Eduardo FloresLa relación del peso con sus homólogas monetarias del mundo últimamente ha sido volátil.
Recientemente, el tipo de cambio contra el dólar alcanzó niveles preocupantes, incluso se activó el mecanismo de subastas del Banco de México, que subastó 258 millones de dólares el miércoles pasado.
¿Razones para esta depreciación? La tragedia griega y la última reunión de líderes europeos son los principales responsables.
Socio pequeño pega fuerte
Algunas de las caídas más grandes han pasado mientras dormimos, cuando Europa y Asia se encuentran debatiendo la magnitud de la crisis de pagos de Grecia.
Resulta obvio que no vivimos aislados. Las noticias del exterior afectan a los prospectos del peso. Casi el 80 por ciento de las exportaciones mexicanas se destinan a Estados Unidos, por lo que las malas noticias de aquel país están destinadas a golpearnos.
Sin embargo, Grecia no es necesariamente un socio comercial importante. Nuestro comercio con el pequeño país en el mediterráneo es de solo 163 millones de dólares anuales.
Pareciera paradojico que lo que ha pasado en Atenas ultimamente ha afectado negativamente a nuestra moneda.
Tal parece que los movimientos del peso se han vuelto más cercanos a los del euro.
Al aumentar el tipo de cambio del peso respecto al euro, podemos comprar menos dólares, situación que es similar con las fluctuaciones que el euro ha mostrado, pues en el último mes los europeos también han visto mermada su capacidad de compra en términos de dólares.
A pesar de tener poco en común económicamente con Grecia, México ha sufrido por la volatilidad mundial, que ha hecho que muchos inversionistas, ya sean europeos o mexicanos, se refugien en el dólar.
Si bien un tipo de cambio depreciado ayuda a nuestras exportaciones, pues las hace más baratas a nivel mundial, presiona a la inflación por medio de las importaciones.
La inflcación todavía es relativamente baja y, a pesar de la tendencia actual, muchos esperan que estos shocks sean momentaneos, aunque sea cuestión de percepción.