Wall Street cree en Santa
El mercado accionario es uno de los pocos lugares donde el folclore de la temporada cotidianamente se relaciona con la manera de hacer negocios.
De la cultura del mundo financiero han florecido refranes, leyendas y moralejas que buscan comprender el comportamiento propiamente debido para hacer negocio.
Para los familiarizados con el tema, existen una serie de frases que supuestamente dicen cuándo invertir, en temporadas navideñas o cercano a Halloween, y cuándo no hacerlo, como a finales de mayo.
Jesús M. Badiola
El mercado accionario es uno de los pocos lugares donde el folclore de la temporada cotidianamente se relaciona con la manera de hacer negocios.
De la cultura del mundo financiero han florecido refranes, leyendas y moralejas que buscan comprender el comportamiento propiamente debido para hacer negocio.
Para los familiarizados con el tema, existen una serie de frases que supuestamente dicen cuándo invertir, en temporadas navideñas o cercano a Halloween, y cuándo no hacerlo, como a finales de mayo.
Uno de los más populares es el Rally de Santa Clos, que supuestamente habla del optimismo que se ve a finales de diciembre y que genera rendimientos generosos.
Por ejemplo, según diversas estimaciones, desde 1960, aproximadamente el 70 por ciento de los años, el mercado accionario sigue una tendencia a la alza alrededor de las fechas navideñas.
En los últimos 20 años, el S&P 500 ha tenido un rendimiento promedio en diciembre de 1.79 por ciento, por un 1.69 por ciento para el Dow Jones.
En parte porque las últimas semanas previo al año nuevo es una temporada de planeación y revalorización previo al siguiente año, las empresas buscan mandar un mensaje al principio del siguiente año que aumente la esperanza de los inversionistas.
De igual forma, el principio del año son cuando las nuevas inversiones y expectativas de crecimiento se dan a conocer, y el mercado gusta de anticipar los anuncios importantes.
A pesar de lo que pareciera como una buena inversión, hay quienes han encontrado que los costos de transacción se comen la mayoría de las ganancias.
De contemplarse las comisiones que se cobran por vender y comprar acciones, no hay diferencia estadística entre mantener durante diciembre las acciones que tenías al inicio del año o seguir el rally.
En sí, según un estudio por Marketwatch, en los últimos 116 años, el mes de diciembre es solo el tercer mes de mayor ganancias del año, siendo junio y julio los dos meses de mayor crecimiento en la historia.
Santa región cuatro
México aparentemente también es un favorita en la “Lista Buena” del Santa financiero. Desde 1993, en el 68 por ciento de los años el desempeño del IPC de la Bolsa Mexicana de Valores en el mes de diciembre sobrepasa el promedio de todo el año.
Asimismo, el promedio de todos los diciembres en los últimos 20 años se encuentra alrededor del 4.64 por ciento, mientras que los demás meses promedian el 1.75 por ciento.
En su contraparte, la peor caída financiera que México ha tenido en los últimos 20 años casualmente también sucedió en diciembre de 1994. En el denominado “error de diciembre”, la caída de la bolsa en ese mes fue de un 8.42 por ciento.
Como consideración especial, en México los diciembres de cada seis años denotan cambios de presidencias y es interesante ver la reacción de los mercados.
En el 2000, ante la entrada del presidente Vicente Fox, la Bolsa de Valores tuvo un impacto literalmente nulo, al caer .002 por ciento en el mes. A diferencia, la entrada del presidente Felipe Calderón en diciembre de 2006 indujo un crecimiento del 5.95 por ciento ante la expectativa del nuevo presidente.
¿Vendrá Santa este año?
Al parecer este año el mercado se ha portado mal en los ojos de Santa Clos.
En lugar de la alza generalmente percibida por estas fechas, el optimismo asociado al fin de diciembre parece estar ensombrecido por el precipicio fiscal en Estados Unidos, que está por suceder en las mismas fechas.
Hay indicios reveladores de que la confianza del consumidor se ha reducido significativamente y que las empresas han dejado de invertir por la incertidumbre de no saber lo que ocurrirá en Washington.
Y por su parte, los políticos de más alto rango en el Congreso y la Casa Blanca no parecen tener mucha prisa.
El jueves, el líder de la fracción de los republicanos en la Casa de Representantes, John Boehner, sostuvo una plática con Barack Obama que fue “franca”, según personas cercanas a la situación, pero que entregó pocos resultados medibles.
También están ausentes del debate algunos de los principales operadores de ambos lados, como el vicepresidente Joe Biden.
En este sentido, este año podría ser la excepción a la regla.