El Oráculo de Omaha ha llevado a Apple a los cuernos de la Luna. La adquisición de nuevas acciones de la empresa tecnológica por parte de Warren Buffett ha hecho que ésta se acerque a un valor de capitalización de mercado de mil millones de dólares, algo que también beneficiaría al sector en general en el largo plazo.
Mientras analistas auguraban una caída en ingresos para la firma de Cupertino durante el primer trimestre del año, Warren Buffet (Oráculo de Omaha en referencia a su ubicación) adquirió 75 millones de acciones de Apple, que equivale a 45 por ciento más de lo que ya poseía en títulos. Hasta finales del año pasado, el empresario concentraba 166.7 millones. Hoy, cuenta con 241.7 millones de papeles de la empresa de la manzana con un valor de 42.8 millones de dólares.
El movimiento contrasta con las estimaciones de los analistas, los cuales preveían que las ventas del teléfono celular de gama alta, iPhone X, serían flojas y que repetiría el ciclo negativo que presentó al ser lanzado al mercado el iPhone 6s en 2015.
Sin embargo, al finalizar el primer trimestre del año los ingresos de la firma fundada por Steve Jobs alcanzaron los 61 mil 100 millones de dólares, un alza de 15.5 por ciento frente al mismo lapso del año anterior.
Este es el mejor arranque del año para Apple desde 2012, lo que tuvo un reflejo positivo en el valor de sus papeles, que registraron una ganancia de 17 por ciento, al pasar de 115.82 a 135.51 dólares.
Este aún no es el techo que puede alcanzar el valor de los títulos de la productora de iPhones, ya que, de acuerdo a calificadoras pueden llegar a un precio de 150 dólares por acción.
Por otro lado, el valor de la empresa se acerca cada vez más a los mil millones de dólares. Hasta el momento ronda los 906 mil millones.
La estrategia de negocio de Buffett se caracteriza por comprar negocios a buen precio y mantener las acciones durante largo tiempo. Estos movimientos se les conocen como long term value investing.
Lo anterior sorprende a propios y extraños, ya que el Oráculo de Omaha, tradicionalmente no invierte en firmas de tecnología, prefiriendo empresas de corte tradicional como las enfocadas a ferrocarriles, alimentos, aerolíneas y bancos.
Dese hace dos años, la cabeza de Berkshire Hathaway ha cuadriplicado su posición accionaria en Apple y el futuro es bueno para quien es el segundo hombre más rico en el planeta, según Forbes.