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Y sigue Suzuki

Primero fue Volkswagen, luego Mitsubishi, y ahora el turno le llegó a Suzuki Motor, ampliando los escándalos de fraude automotriz que han borrado miles de millones de dólares del valor de mercado de estas empresas.

Suzuki, la cuarta mayor empresa automotriz de Japón admitió ayer que utilizó métodos indebidos para evaluar la eficiencia de consumo de combustible de 2.1 millones de sus vehículos.

“La compañía se disculpa por el hecho de que no seguimos las reglas marcadas por (Japón)”, dijo Osamu Suzuki, presidente y director ejecutivo de Suzuki, durante una rueda de prensa.

2.1
millones de autos es la cantidad de vehículos que Suzuki estima se verán afectados por las inconsistencias en sus pruebas de emisiones
“Suzuki indicó que continuará vendiendo los modelos afectados y que no prevé un impacto en sus ingresos (Suzuki) se disculpa por el hecho de que no seguimos las reglas marcadas por el país” 
Osamu SuzukiPresidente y director ejecutivo de Suzuki Motors

Primero fue Volkswagen, luego Mitsubishi, y ahora el turno le llegó a Suzuki Motor, ampliando los escándalos de fraude automotriz que han borrado miles de millones de dólares del valor de mercado de estas empresas.

Suzuki, la cuarta mayor empresa automotriz de Japón admitió ayer que utilizó métodos indebidos para evaluar la eficiencia de consumo de combustible de 2.1 millones de sus vehículos.

“La compañía se disculpa por el hecho de que no seguimos las reglas marcadas por (Japón)”, dijo Osamu Suzuki, presidente y director ejecutivo de Suzuki, durante una rueda de prensa.

La revelación llega después de que el ministerio de transporte de Japón ordenó revisiones amplias a través de la industria para descubrir si alguna empresa además de Mitsubishi Motors había cometido fraudes en las pruebas de eficiencia de combustible de sus vehículos.

Temiendo una repetición de lo que ha ocurrido en Mitsubishi, cuyo valor ha sido hundido por el escándalo, el precio de las acciones de Suzuki cayó más de 9 por ciento durante la jornada de ayer en la Bolsa de Tokio.

Sin embargo Suzuki indicó que continuará vendiendo los modelos  de mini-autos afectados y que no prevé un impacto en sus ingresos, ya que la empresa asegura que las discrepancias en sus resultados no fueron significativas y niega haber implementado métodos incorrectos con tal de exagerar sus eficiencias.

Los mini-autos, pequeños vehículos con grandes eficiencias de consumo, reciben un tratamiento fiscal preferencial en Japón. Suzuki controla alrededor de un tercio de este rubro del mercado japonés.

Renuncia en Mitsubishi

Por su parte, ayer Mitsubishi también realizó un anuncio: Tetsuro Aikawa, su presidente y director operativo, abandonará su puesto a partir del 24 de junio para hacerse responsable del escándalo por el que pasa la empresa.

Además, Osamu Masuko, presidente del consejo administrativo de Mitsubishi, renunciará a su compensación económica desde ahora hasta que la compañía forme un nuevo equipo administrativo.

Las revelaciones del fraude de eficiencias de Mitsubishi le han costado a la empresa alrededor del 35 por ciento de su capitalización de mercado, un golpe de casi 3 mil millones de dólares.

Este golpe abaratador le permitió a Nissan Motor, la segunda mayor armadora automotriz de Japón, comprar una participación accionaria de más de un tercio en Mitsubishi.

Esto último convierte a Nissan en la mayor accionista de Mitsubishi, otorgándole un veto en su consejo administrativo. Osamu Masuko incluso dijo que Nissan enviará sus propios ingenieros para corregir los errores de la unidad responsable de los fraudes en su nuevo socio.

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