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Estos son días oscuros para Apple. El gigante de Cupertino realiza esta semana, en San Francisco, su Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC, por sus siglas en inglés). Durante el evento, normalmente utilizado por la compañía para presentar sus innovaciones en programación y tecnologías, Apple presentó las nuevas versiones de sus sistemas operativos iOS y OS X, junto con el servicio de radio por Internet iTunes Radio y nuevas versiones de su Mac Pro y su MacBook Air.
Aunque Apple pretendía, como es costumbre, deslumbrar a los más de 5 mil asistentes, no ha logrado impresionar ni a los inversionistas ni a la prensa. El precio de sus acciones cayó 9 dólares entre la apertura del mercado del lunes y la del martes.
Mientras tanto, The Wall Street Journal reporta que Phill Ryu, diseñador de apps y director del estudio de diseño Impending, declaró que “los servicios en línea (de Apple) se están quedando cada vez más atrás de los de Google. “No estoy seguro que Apple pueda continuar compensando eso sacándole provecho al diseño”. La manzana, al parecer, está perdiendo su brillo.
Pero Apple no es el único jugador que se encuentra en problemas. Samsung, el mayor productor de smartphones del mundo, ha vendido mucho menos unidades en este trimestre de su modelo insignia, el Galaxy S4, de las que los analistas esperaban. Como resultado, el precio de sus acciones cayó hasta su precio más bajo desde agosto del año pasado.
Pero en lugar de cambiar curso y competir buscando innovar en sus productos, Apple y Samsung han preferido competir en el ámbito legal, lanzando docenas de demandas en cuatro continentes sobre la propiedad intelectual de la tecnología utilizada en sus productos.
En el mundo de las consolas de juegos, Bloomberg indica que, gracias a un menor precio y políticas de juegos usados más flexibles, el PlayStation 4 de Sony ha ganado la batalla inicial contra el Xbox One de Microsoft.
Un sondeo realizado por el sitio IGN reveló que más del 75 por ciento de los 76 mil encuestados se sintieron decepcionados con la revelación de la nueva consola de Microsoft, y el 47 por ciento dijo sentir que había demasiados elementos en la consola que no les interesan.
Con un panorama decepcionante, las grandes compañías de tecnología necesitan innovar si quieren volver a atraer a los inversionistas y encantar a los consumidores.
Veteranos convencen poco
El ejemplo más claro y actual del déficit de estelaridad en Wall Street es desde luego Apple, una de las empresas que mejor supo utilizar los eventos públicos para inspirar emoción en sus productos.
Pero Apple ha estado generando rendimientos moderados, cuando mucho, para los inversionistas en los últimos meses. En lo que va del 2013, se estima que su acción ha caído más del 20 por ciento, contra una expansión de casi 10 por ciento en el mercado en general.
Los problemas ya se veían desde diciembre, cuando Apple acumulaba una pérdida en su acción de 37 por ciento desde su punto más alto unos meses antes, gracias a la competencia de Google en servicios clave como mapas y con su sistema operativo Android.
La empresa se ha recuperado, reduciendo terreno entre su punto más alto y el de diciembre, pero ha perdido a sus seguidores incondicionales en los mercados financieros.
Por ejemplo, el último anuncio de un servicio de radio por Internet parecido a Pandora inclusive elevó la acción de esta última empresa, puesto que los inversionistas consideraron que no se trata de un servicio suficientemente diferente o innovador como para acabar con la competencia.
Para ser justos, la acción de Pandora ya venía ligando pérdidas gracias a los rumores del radio de Apple, pero es difícil pensar que la misma reacción se hubiese dado en los años de gloria, cuando se alababa y compraba sin tapujos cualquier producto que se ideara en Cupertino.
En general, la mayoría de los productos que fueron dados a conocer en la conferencia WWDC, encaminada a atender a los desarrolladores de los programas y apps para sus equipos, fueron catalogados como buenos, pero “no extraordinarios” en términos de ganancias próximas por analistas financieros.
De hecho, a pesar de los esfuerzos de los directivos de Apple en mantener la presentación innovadora, actual y emocionante, la acción de la empresa estadounidense retrocedió 1 por ciento entre el pasado lunes y martes. Los inversionistas parecen haber entendido el truco de magia.
Nadie se salva
Samsung tampoco ha logrado cumplir con lo que su potencial prometía hace unos meses. Las acciones de la compañía cayeron esta semana a su punto más bajo en cuatro meses después que Morgan Stanley redujo su estimación de los ingresos anuales de la compañía en un 1.6 por ciento.
Esta reducción viene después que JPMorgan Chase & Co. también redujo su predicción. Para ambos, es clave el que las ventas del celular Galaxy S4 no han sido las esperadas. Morgan Stanley inicialmente estima las ventas del modelo en 71 millones de unidades, pero ahora ha reducido sus expectativas a 61 millones.
Otro de los que han encontrado un mercado difícil últimamente es Microsoft, que hace poco reveló la nueva consola en su popular serie Xbox, llamada One, ante la mirada ligeramente indiferente de Wall Street y de sus consumidores.
En este caso específico, a los gurús de las finanzas no les gusta la guerra de precios que puede gestionarse pronto entre Microsoft y Sony, que también develó su nuevo Playstation a un precio menor.
Una guerra desenfrenada por bajar precios podría golpear fuertemente a la rentabilidad de uno de los negocios más importantes de la empresa fundada por Bill Gates.