Para que el Congreso pueda aprobar la reforma migratoria integral, lo primero que debemos hacer es disipar la niebla. Eso significa enfrentar la total deshonestidad en el debate de la inmigración, deshacernos de las falsedades y hablar francamente sobre cómo llegamos aquí y hacia dónde vamos.
Mientras la “Barra de los Ocho” del Senado se prepara para revelar su tan anticipado plan para una reforma migratoria integral, es hora de enfrentar las grandes mentiras que los estadounidenses se dicen a sí mismos sobre la inmigración y los inmigrantes.
1. Todos los latinos aprueban la inmigración ilegal y desean fronteras abiertas. Encuestas de opinión pública, entre ellas un informe de 2012 del Pew Hispanic Center, hallaron que casi la mitad de los latinos piensa que la manera de manejar la inmigración ilegal es aumentando la seguridad en las fronteras, ya sea como una estrategia única o junto con un camino a la ciudadanía para los inmigrantes.
2. La deportación es el fin del camino, de manera tal que una vez que un inmigrante ilegal es expulsado no vuelve nunca más. Conozco a una mujer que fue deportada una semana y estuvo de vuelta en casa con sus hijos la semana siguiente. Y eso no es nada. T.J.Bonner, ex director del sindicato de agentes de la Patrulla Fronteriza, gusta relatar una historia sobre cómo arrestó al mismo hombre tres veces en un turno de ocho horas.
3. Los estadounidenses no quieren mantener fuera a los inmigrantes legales, sólo a los que están aquí ilegalmente. En realidad, algunos desean que ambos queden fuera del país. Hay algunos legisladores que favorecen una moratoria para toda la inmigración, y algunos de los principales grupos anti-inmigrantes del país dejan claro, en la declaración de su misión, que quieren terminar con la inmigración ilegal, pero también limitar la inmigración legal.
4. No es una cuestión de raza ni de racismo. Si eso fuera cierto, sería la primera vez en los 230 años de historia de los Estados Unidos que los estadounidenses han sido capaces de sostener una discusión para sentar una política migratoria sin tener en cuenta el color; inevitablemente, se convierte en una cuestión de mantener fuera a algún grupo determinado.
5. El único motivo por el que Estados Unidos tiene tanta inmigración ilegal es que los empleadores de Estados Unidos no pagan jornales suficientemente altos para atraer a los trabajadores estadounidenses a esos puestos de trabajo. En muchos casos, no se trata de los jornales sino del hecho de que los estadounidenses, en el curso de generaciones, se han alejado de las tareas difíciles y sucias que ahora realizan los inmigrantes.
6. El problema es la falta de supervisión en la frontera. Esta semana, el senador Marco Rubio -miembro fundamental de la “Barra de los Ocho”-informó privadamente a otros senadores del Partido Republicano sobre la propuesta para una reforma migratoria y prometió que dicha propuesta contendría “las leyes más severas en la historia de Estados Unidos para hacer cumplir la ley.” ¿Y eso, qué? Ya hay más de 20 mil agentes de la Patrulla Fronteriza, más del doble del número de 2004. Y aún así, la experiencia nos enseña que los desesperados siempre hallarán una manera de entrar, pasarán por encima o por debajo de todo obstáculo que pongamos en su camino.
7. La inmigración ilegal produce costos sin ningún beneficio. No hay duda que los inmigrantes ilegales suponen una carga para escuelas, hospitales y prisiones. Y aunque no hay ninguna prueba de que los inmigrantes ilegales vengan aquí por los beneficios, también son una carga para los programas de bienestar social. No cumplen los requisitos para recibir asistencia, pero sus hijos nacidos en Estados Unidos sí lo hacen. Sin embargo, lo que no se discute tan a menudo es que los inmigrantes ilegales pagan cantidad de impuestos -a la nómina, de propiedad, a las ventas, a los ingresos, etc. También ayudan a alimentar el motor económico de manera que las empresas que los contratan puedan crear más puestos y pagar aún más impuestos.
8. Toda la culpa es de México. Es difícil sostener que México cuida de sus ciudadanos, y que no debería crear más puestos de trabajo en casa para que los mexicanos no tengan que huir al norte. Pero al mismo tiempo, los estadounidenses experimentan la inmigración ilegal porque, en buenas y malas épocas, contratan inmigrantes ilegales. No echemos a México la culpa de eso.
9. Los inmigrantes latinos no aprenden inglés ni tampoco se asimilan. Los estudios indican que los inmigrantes latinos, hoy en día, siguen las mismas pautas de asimilación de olas migratorias anteriores. En 2007, después de que el especialista en Ciencias Políticas, Samuel Huntington, sostuvo que los inmigrantes latinos se estaban asimilando más lentamente que sus predecesores europeos, un equipo de científicos políticos -Jack Citrin, Amy Lerman, Michael Murakami y Kathryn Pearson- puso esa teoría a prueba y no halló evidencia alguna para apoyarla.
10. Si uno se opone a una idea estúpida para reducir la inmigración ilegal, entonces debe estar a favor de la inmigración ilegal. No necesariamente. Uno puede también estar en contra de ideas estúpidas.
Ven, ya se está empezando a disipar la niebla. Y podemos ver con más claridad qué debemos encarar. Adelante con la reforma migratoria. (c) 2013, The Washington Post Writers Group
Arpaio se molesta con película sobre inmigración
Una película de estreno reciente sobre la inmigración no autorizada se enfoca parcialmente en la forma en que la oficina del alguacil del condado Maricopa Joe Arpaio enfrenta este problema, pero el jefe de policía no le da su mejor reseña al filme.
Su oficina dijo que la película tiene una “visión muy parcial” sobre la manera en que la policía de Maricopa aplica las leyes migratorias de Arizona.
La televisora de Phoenix KTVK reportó, sin embargo, que la oficina de Arpaio colaboró con los cineastas durante la producción.
La cinta, titulada”2 Americans”, fue proyectada el miércoles en Phoenix.
Una parte de la película se centra en Arpaio y otra en una niña de 9 años cuyos padres fueron arrestados durante un operativo contra la inmigración ilegal.
Los productores dijeron que dedicaron el mismo tiempo en la película a ambas partes, pero que su meta era mostrar el impacto que las actuales leyes tienen sobre las familias con miembros que viven sin permiso en Estados Unidos. (AP)