A un año del sismo, México no olvida ayuda internacional
Más de 30 países ayudaron a México durante las labores de rescate después del sismo del 19 de septiembre. El apoyo que recibió la nación es el resultado de su buen manejo de la política exterior y su respaldo a otros Estados cuando atraviesan crisis
Mariana RecamierLa solidaridad no se olvida y marca la historia de los paí ses. Los mexicanos todavía recuerdan a los brigadistas japoneses e israelíes que durante horas intentaron rescatar a quienes quedaron atrapados por el sismo del 19 de septiembre de 2017. La barrera idiomática no importó, los ciudadanos agradecieron hace un año con aplausos o simples miradas a los extranjeros.
El temblor de 7.1 de magnitud unió para siempre a México con esos brigadistas y con los gobiernos y rescatistas de más de 30 países. Después del temblor, el apoyo llegó desde todas las coordenadas del mundo en formatos diferentes.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid) tiene registrado que el gobierno de México recibió apoyos de 25 naciones, entre ellas Alemania, Argentina, Bolivia, Canadá, Chile, China, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Emiratos Árabes Unidos y España.
Además, las organizaciones no gubernamentales percibieron 2.9 millones de dólares estadounidenses, 550 mil dólares canadienses, 25 mil euros y 500 mil pesos filipinos que fueron enviados por 12 países o regiones.
La ayuda al gobierno y organizaciones fortaleció el vínculo de México con muchos países y desde entonces los mexicanos saben que en una crisis pueden confiar en sus vecinos e incluso en Estados tan distantes como Israel, Japón y Corea del Sur.
En ese sentido, especialistas en relaciones internacionales afirman que la ayuda que recibió México es el resultado de su buen manejo de la política exterior y su apoyo a otros países durante momentos de crisis.
“Se fortalecieron lazos de cooperación y de amistad que se tienen con muchos países. La respuesta de la comunidad internacional a lo que ocurrió el año pasado no solamente fue un gesto de empatía y generosidad, sino que fue un acto de reciprocidad hacia la buena voluntad que México tuvo hacia muchas naciones en algún momento de crisis”, explica Arlene Ramírez Uresti, doctora en relaciones internacionales.
La internacionalista agrega que la colaboración internacional durante las labores de rescate significa que la política exterior de México tiene buenos resultados. Esto se debe a la neutralidad de las autoridades mexicanas ante conflictos internacionales.
Además, México recibió ayuda de muchos países porque los gobiernos quisieron recompensar el apoyo que los mexicanos otorgan a otros Estados cuando están en crisis.
“Lo que pasó el año pasado fue una respuesta a la cooperación que México ofrece a diferentes países de la comunidad internacional cuando llega la tragedia”, comenta la internacionalista.
Ayuda a México
- +30 países
- +7 mil casas de campaña
- +500 personas
- +122 toneladas de alimentos y bebidas
- 21 perros de rescate
Países amigos, lejanos y otros
Por otra parte, el analista político Juan Pablo Galicia explica que buena parte del apoyo que recibió México fue de países latinoamericanos, principalmente los que integran la Alianza del Pacífico.
Además de México, las naciones que componen la iniciativa comercial son Chile, Colombia y Perú. De acuerdo con los registros de la SRE, Chile apoyó a México con más de 3 mil casas de campaña, 2 mil frazadas y colchones; Colombia envió brigadistas de búsqueda y dos perros de rescate; y Perú ayudó con la colaboración de cinco ingenieros estructuralistas.
Además, países con los que México tiene cierto distanciamiento diplomático también decidieron ayudar en septiembre del año pasado. Esa fue la situación de Venezuela, nación criticada por el gobierno mexicano en distintas ocasiones por la falta de elementos democráticos en su gobierno.
“Hay que recordar que Venezuela también envió ayuda humanitaria a nuestro país y eso sirvió para limar ciertas asperezas entre los liderazgos de ambos países”, dijo el analista político.
Venezuela apoyó a México con diferentes artículos. Seis brigadistas ayudaron en las labores de rescate y el país sudamericano envió herramientas como motosierras, plantas eléctricas, carpas y palas. Por otra parte, las labores de auxilio de Chile y Japón sirvieron como una forma de recompensa. El gobierno de México apoyó a las dos naciones cuando sufrieron las consecuencias de sismos.
“Es una respuesta al gesto que tuvo México en su momento cuando Chile y Japón tuvieron sus respectivos terremotos en años anteriores porque hay que recordar que México envió rescatistas, recursos materiales y económicos para apoyar a estos dos países cuando sufrieron los desastres”, explica Galicia.
Después del sismo del 19 de septiembre, Japón apoyó a México con 63 brigadistas de búsqueda, dos ingenieros estructuralistas, cinco brigadistas médicos, dos operadores de equipo de comunicación y cuatro perros de rescate.
Por otra parte, el analista político menciona que para países como Israel fue una oportunidad para demostrar que tienen lo necesario para ayudar a una nación cuando esta se encuentra en crisis.
“Para Israel siempre es importante prestar ayuda a países de Occidente porque le sirve como demostración de fuerza. Se plantea como un país desarrollado que puede mandar equipo de rescate”, dijo Galicia.
Israel apoyó con 47 brigadistas de rescate y 25 ingenieros estructuralistas el año pasado.
La solidaridad no se olvidará y marcará la historia de los países. México mantendrá en su memoria los pequeños gestos de los rescatistas colombianos, israelíes, españoles y todos aquellos que viajaron desde distintas coordenadas del mundo para ayudar a los afectos por el sismo.
Los mexicanos no olvidarán momentos como cuando los japoneses encontraron el cuerpo de una joven entre los escombros. En vez de seguir la rutina de cualquier rescatista, estos hombres se quitaron los cascos e inclinaron sus cabezas en señal de respeto. El apoyo de otros países a México no sólo fue una señal de amistad o fortaleza, sino una muestra de respeto ante la vida de los mexicanos.