El Papa Francisco, líder máximo de la Iglesia católica en Estados Unidos, mostró su molestia y condenó a los más de 300 sacerdotes que fueron acusados de abusar de niños en Pensilvania, Estados Unidos, los cuales fueron dados a conocer por autoridades de ese país.
La semana pasada, investigadores dieron a conocer un informe en el que se dice que más de 300 sacerdotes abusaron sexualmente de niños y niñas durante el siglo XX.
Francisco escribió una carta, la cual fue difundida por el Vaticano, e indicó a cuánto asciende en número de víctimas “En los últimos días apareció un informe que detallaba lo vivido por al menos mil personas que fueron víctimas de abusos sexuales, de abusos de poder y de conciencia, perpetrados por sacerdotes durante casi setenta años”.
En su comunicado, Francisco expresó que “No mostramos ningún cuidado por los pequeños, los abandonamos”.
“Aunque podamos decir que la mayoría de los casos pertenecen al pasado”, el Papa advirtió que se puede “constatar que las heridas infligidas no desaparecerán nunca, lo que nos obliga a condenar con fuerza esas atrocidades”.
El líder de la Iglesia señaló que aunque pueden tomarse medidas para solicitar el perdón y reparar el daño a los afectados “nunca será suficiente. Teniendo en cuenta el futuro, no se debe descuidar nada para promover una cultura que no sólo asegure que tales situaciones no se reproduzcan, sino que no puedan encontrarse con el terreno propicio para ocultarse y perpetuarse”.
Francisco aprovechó para pedir a los miembros de la comunidad católica “denunciar todo aquello que pone en peligro la integridad de cualquier persona”.
Diarmiud Matin, arzobispo de Dublín, también hizo referencia al caso: “No basta con pedir perdón. Las estructuras que permitieron o facilitaron los abusos deben ser aniquiladas para siempre”.
“Los escándalos de abusos en la Iglesia han provocado un arraigado resentimiento entre los creyentes. No es solo rabia ante el horror de estos abusos, sino rabia por el papel desempeñado por la jerarquía eclesiástica al agravar el sufrimiento de tantos seres, en instituciones para niños, para madres solteras o para mujeres vulnerables”, declaró Diarmuid.
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El gesto de Francisco contrasta con lo relatado en el informe, en donde se dice que aunque en 2015 el Vaticano dio luz verde a una petición de apartar a un cura acusado de pornografía infantil, en 2014 no se opuso a la decisión de la diócesis de Alletown de no apartar a un religioso que es acusado de haber abusado de un menor de 13 años en la década de los 80s.
Francisco tomó posesión del cargo de Papa en el año 2013.
