El partido más grande de Brasil abandonó ayer la coalición gobernante, una decisión que reduce las probabilidades de que la presidenta Dilma Rousseff sobreviva a las crecientes presiones que piden que se inicie un juicio político en su contra en el Congreso.
El Partido Movimiento Democrático Brasileño, o PMDB, dijo ayer que tras una reunión seis de sus miembros que hacen parte del gabinete de gobierno, así como 600 empleados federales, deben renunciar a sus cargos. El anuncio se hizo luego de que más de 100 congresistas aprobaran la decisión, de acuerdo con el vocero Romero Juca, un influyente senador del partido.
La sesión partidista terminó entre cánticos y llamados a que termine el mandato de Rousseff, miembro del Partido de los Trabajadores (o PT) y para que el vicepresidente del país, Michel Temer, líder del partido Movimiento Democrático, asuma las riendas del gobierno si se inicia un juicio político en contra de la mandataria por presuntamente violar normas fiscales.
La ruptura del PMDB con el gobierno de Rousseff aumenta las probabilidades de que la gobernante, cuya popularidad se ha desplomado en medio de una profunda recesión económica y varios escándalos de corrupción, sea sometida a un juicio político. (AP)