Siria entregó a Rusia material que pretende demostrar que un ataque con armas químicas perpetrado el mes pasado fue llevado a cabo por rebeldes, dijo un alto diplomático ruso que se encuentra de visita en Damasco.
El ataque con gas sarín del 21 de agosto en un barrio de Damasco precipitó las actuales tensiones entre el régimen sirio de Bashar al Assad y Estados Unidos, aunque el gobierno ruso de Vladimir Putin medió para que siria entregue esas armas.
Un reporte de inspectores de la ONU confirmó que se usaron armas químicas, pero no especificó qué bando involucrado en la guerra civil era el responsable.
La agencia de noticias ITAR-Tass reportó ayer que el viceministro de relaciones exteriores ruso Serguéi Ryabkov manifestó que Siria informó a funcionarios de su país que el material “da testimonio de que los rebeldes participaron en el ataque químico”, pero que Rusia no ha sacado conclusiones.
Rusia ha sido el principal aliado de Siria desde el comienzo del conflicto en marzo de 2011, bloqueando propuestas de resoluciones de Naciones Unidas de sanciones al régimen de Al Assad y se ha opuesto a un intento por autorizar el uso de la fuerza si Siria no cumple con el acuerdo de deshacerse de sus armas químicas.
La responsabilidad del ataque del 21 de agosto se ha convertido en un acalorado debate diplomático internacional. El canciller ruso Sergey Lavrov y su contraparte francés Laurent Fabius divergieron totalmente en sus apreciaciones después de reunirse el martes en Moscú. Lavrov dijo que Rusia tiene motivos para creer que el ataque fue una provocación de los rebeldes, mientras Fabius opinó que las pruebas implican claramente al gobierno sirio.
Rusia también ha insistido en que un ataque con armas químicos del 19 de marzo fue cometido por los rebeldes. (AP)