El anuncio hecho por el líder de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri, “Timochenko”, de que el grupo guerrillero buscará convertirse en un partido político significa un gran estímulo para que el próximo 23 de marzo se firme el histórico acuerdo de paz con el gobierno colombiano.
En una entrevista concedida a la revista Semana, el jefe de las FARC reafirmó su compromiso de entregar las armas y contribuir al proceso de pacificación en Colombia.
“Nosotros desde el principio dijimos aquí venimos a construir un acuerdo que nos permita comenzar a trabajar por la paz en Colombia y nos permita hacer política dejando las armas a un lado”, declaró Londoño Echeverri.
“Es un compromiso que asumimos y lo vamos a cumplir”.
La firma del acuerdo entre el gobierno del presidente colombiano Juan Manuel Santos y las FARC pondrá fin a un proceso de negociación que inició en el 2012 en La Habana.
Este mes de febrero una delegación de la ONU llegará a Colombia para comenzar a participar en este histórico proceso de paz entre el gobierno del país colombiano y el grupo guerrillero más antiguo de América Latina.
El trabajo de los observadores internacionales de la ONU que participen en el proceso será supervisar –una vez que se firme el acuerdo- el cumplimiento por parte de los guerrilleros de entregar sus armas y comenzar a participar en la vida política de este país.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó la semana pasada esta misión política que supervisará este cese al fuego en Colombia.
La misión estará integrada por observadores internacionales integrantes de la CELAC, Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y serán seleccionados por la ONU.
El conflicto de la guerrilla colombiana tiene más de 50 años y ha dejado –según estimaciones- más de 8 millones de víctimas.
La fecha para la firma de este acuerdo por la paz que han respaldado ambas partes es la del 23 de marzo de este año, sin embargo hay muchas posibilidades de que este plazo se extienda.
La firma del acuerdo con la guerrilla significará un gran avance para el proceso de paz en Colombia, pero no un paso definitivo.
Necesitan plebiscito
El acuerdo primero tendrá que ser revisado y aprobado por la Corte Constitucional colombiana y luego ser sometido a un plebiscito.
El presidente Juan Manuel Santos necesita como mínimo que el plan sea avalado por 4.5 millones de colombianos en las urnas –un poco más del 10 por ciento del padrón electoral- para que se convierta en ley lo acordado con los insurgentes.
Tanto el proceso de paz como el plebiscito ha sido criticado por el partido político opositor de Santos, el Centro Democtrático, del expresidente Álvaro Uribe.
“Es un engaño que en un país de 48 millones de habitantes, tener un umbral de 4,4 millones de votos”, dijo Uribe en un programa de radio.
“A los colombianos los van a coaccionar y les van a decir: ‘si ustedes no votan sí en esta única pregunta, entonces lo que pasa es que quieren la guerra”.
El acuerdo de paz lleva más avance con las FARC que con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, el segundo grupo guerrillero que opera en Colombia y que este fin de semana acusó al gobierno de Santos de retrasar la firma del acuerdo.
El Comando Central del ELN señaló que el gobierno colombiano no ha definido la fecha para la firma.
“En dos años largos que han durado estos diálogos, al final de cada ciclo, de acuerdo con el Reglamento acordado, siempre se han fijado la fecha y el sitio para el siguiente encuentro, pero en esta ocasión no ocurrió así porque la Delegación del Gobierno no quiso definir estos dos asuntos”, aseguró el ELN en su comunicado.
El gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC desde el 2012 iniciaron un proceso de negociación para poner fin a este conflicto de más 50 años. Las pláticas se han realizado en la ciudad de La Habana.
En septiembre del año pasado, el presidente Juan Manuel Santos y “Timochenko”, líder de las FARC, estrecharon su mano en La Habana, teniendo de testigo al líder cubano Raúl Castro.
Entre los acuerdos que se han vislumbrado en las negociaciones por la paz en La Habana es la creación de una comisión de la verdad para la búsqueda de desaparecidos y para la reparación integral de las víctimas del conflicto.
Sigifredo López, un exdiputado que estuvo secuestrado por las FARC durante 7 años, ha celebrado el acuerdo alcanzado por el gobierno colombiano, pero tiene sus reservas.
“Somos conscientes de que habrá penas restaurativas, pero esperamos que no constituya una ofensa a las víctimas. Delitos atroces no deben ser condenados con condenas irrisorias”, comentó el también presidente de la Federación Colombiana de Víctimas de las FARC.