Según una encuesta, el 78 por ciento de los franceses cree que los movimientos sociales que actualmente atacan a todo el país, podrían interrumpir la Eurocopa 2016.
Las huelgas que afectan a Francia desde hace meses no solo preocupan a los aficionados, también a los organizadores de la Eurocopa -a un día de la apertura de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo-, pues se trata de un tema sobre el cual ni el gobierno tendrá algún control.
Francia recién enfrentó una de las peores inundaciones de su historia -que dejó un saldo de 4 muertos, más de 17 mil desplazados y cerca de 30 millones de euros en desastres nada más en París-, pero además padece de los movimientos sociales que no han cesado, sea por las huelgas en el transporte público, en los aeropuertos, trenes, red de autobuses y metro; también en las plantas nucleares, y el levantamiento permanente del Sindicato de Trabajadores que se moviliza desde que se impuso la polémica ley laboral.
Con un jefe de Estado que conoce la más baja popularidad jamás registrada para un presidente -con la cifra récord de un 17 por ciento de aceptación entre la ciudadanía-, así se inaugura la Eurocopa mañana y en Francia se vive de todo, menos tiempos serenos.
Sin embargo, lo que más preocupa al Estado, a los organizadores y a los aficionados, es la posibilidad de un ataque terrorista inminente. Los ataques en París lo cambiaron todo. Y ahora, el terrorismo está en el centro de todas las preocupaciones de los acuerdos de seguridad que se organizan con motivo de los grandes encuentros populares.
De acuerdo con una encuesta de BMF-Tv, el 78 por ciento de los franceses estima que la situación actual del país va a interrumpir de alguna manera el evento. De ese porcentaje, el 61 por ciento considera que sería “inaceptable” que esta interrupción viniera de alguna movilización social o huelga que afecte la logística o el espacio público.
Teniendo en cuenta que la Eurocopa inyectará al país unos 2.8 mil millones de euros, y que los estadios pueden acoger hasta 2.3 millones de espectadores, en el contexto actual, las estimaciones de lo que podría suceder mientras dura el evento, son difíciles de predecir, por lo que una cifra de asistencia más apegada a la realidad, sería entre los 800 mil y un millón de aficionados, al menos en París, donde se jugarán 12 de los 51 partidos de la competición.
Medidas de seguridad
La seguridad durante la Eurocopa de 2016 es el centro de todas las preocupaciones. Mientras que la competencia comienza el viernes -con un partido entre Francia y Rumania en el Stade de France-, Michel Cadot, prefecto de la policía de París, dijo el lunes en conferencia de prensa, que al menos 3 mil policías adicionales a los 10 mil que ya están operando, serían asignados para garantizar la seguridad del evento.
“Estamos mucho más allá de 3 mil efectivos adicionales que van a operar desde el inicio de la Copa y la cifra irá en aumento a partir de mediados de junio”.
El viernes, para muchos, comenzará “la semana de la verdad”.
Cabe recordar que Francia se encuentra aún en Estado de excepción desde los ataques del 13 de noviembre en el centro de París, y eso corresponde a que la alarma por una “amenaza terrorista real y permanente” aún no ha sido levantada.
El jefe de la policía detalló el esquema de una intervención que estaría fuera de la norma.
Este dispositivo sería una movilización sin precedentes “centrada principalmente en los estadios y zonas de aficionados, donde hay una gran necesidad de seguridad, pero también, en el transporte público, lugares abiertos, centros comerciales, y que son todos blancos potenciales”, advierte el prefecto de la policía.
Por otro lado, de acuerdo con un comunicado emitido por el Elíseo, unos mil 200 soldados serán desplegados por la región de París.
El sistema de alertas en caso de ataques también se ha mejorado, las brigadas contra el crimen estarán equipadas con chalecos pesados y fusiles de asalto.
Las precauciones tomadas para la Eurocopa 2016, obligan al Estado francés a preparar un plan a gran escala para la aplicación de toda una doctrina de seguridad, según la cual el orden público, a cargo de la policía, la organización de rescate y la lucha contra el terrorismo, deben actuar de diferente manera.
En Lyon, que será sede de seis partidos, uno de ellos octavos de final y otro de semifinal, dos simulacros ya fueron realizados el martes y dan cuenta de una situación crítica en donde se deberán de coordinar las fuerzas.
La situación fue la siguiente: un kamikaze acciona su cinturón de explosivos mientras está en una fila. A continuación, otros dos irrumpen en la multitud, tirando una ráfaga con dos Kalashnikov causando pánico. Cerca de 450 policías y fuerzas de rescate, así como 180 extras, participaron en esta operación.
En un caso tal, los policías deberán rescatar a las primeras víctimas, y llevarlas lejos de las zonas expuestas. Las fuerzas de rescate se concentrarán exclusivamente en aquellos que hayan sido heridos de muerte. Pero el miedo a ataques consecutivos -como han venido operando los ataques terroristas, al menos en París y en Bruselas- es aún más fuerte y podrían poner en peligro a los equipos de rescate, si estos, al salvar víctimas gravemente heridas, se convierten, a su vez, en víctimas de ataque, por lo que la situación sería catastrófica.
Según las fuerzas de seguridad, el nivel de amenaza es extremadamente alto, y se debe poner en una situación real, por lo que la estrategia de comunicación que se dé antes y durante el evento para demostrar que las condiciones de seguridad son estables, pueda reforzar la imagen del país, de por sí dañado por su situación climática, política y social.