Alemania efectúa registros en todo el país dentro de una operación contra presuntos mensajes de odio publicados en medios sociales.
Las autoridades registraron las viviendas de unas 40 personas, la mayoría por la sospecha de haber publicado material de ultraderecha o antisemita, dijo la policía federal.
La ley germana restringe la libertad de expresión en casos relativos a incitación a la violencia, apología del nazismo, racismo o negación del Holocausto.
La aplicación de la norma ha sido puesta a prueba en los últimos años ante el aumento de los mensajes de odio en internet, a menudo publicados de forma anónima.
El ministro del Interior, Thomas de Maiziere, dijo ayer en un comunicado que la ley debe aplicarse también a Internet.
Activistas contrarios al extremismo de ultraderecha y migrantes son los blancos más habituales de los mensajes de odio en la red, apuntó su oficina.