Allá también critican el financiamiento
Para muchos estadounidenses, la Casa Blanca tiene un precio.
Ante la influencia de posibles candidatos a la Presidencia de Estados Unidos (EU) en el 2016, como la ex primera dama Hillary Clinton y el exgobernador de Florida Jeb Bush, ciudadanos cuestionan la influencia de los donantes en las campañas.
Los expertos estiman que para ganar la contienda, un aspirante debe recaudar más de mil millones de dólares.
Pedro Pablo Cortés
Para muchos estadounidenses, la Casa Blanca tiene un precio.
Ante la influencia de posibles candidatos a la Presidencia de Estados Unidos (EU) en el 2016, como la ex primera dama Hillary Clinton y el exgobernador de Florida Jeb Bush, ciudadanos cuestionan la influencia de los donantes en las campañas.
Los expertos estiman que para ganar la contienda, un aspirante debe recaudar más de mil millones de dólares.
En las elecciones del 2012, el actual presidente Barack Obama recaudó más de mil 123 millones de dólares y su rival republicano, Mitt Romney, usó más de mil 019 millones de dólares.
Analistas como James Heffernan, de The Huffington Post, sugieren que en esta elección cada candidato podría recaudar hasta 2 mil 500 millones de dólares.
De hecho, en los últimos 50 años, sólo dos políticos han ganado la elección presidencial sin ser el candidato con mayor recaudación de fondos: Jimmy Carter en 1976 y Bill Clinton en 1996, según The New York Magazine.
Esto también lo respalda un análisis del reportero de The Washington Post Wesley Lowery, quien descubrió que cerca del 91 por ciento de los candidatos ganadores al Congreso fueron quienes gastaron más dinero en su campaña.
The New York Times reveló que la principal agrupación política de Hillary Clinton ha recaudado cerca de 15 millones de dólares, pero algunos aspirantes republicanos, como el senador de Texas, Ted Cruz, llevan más de 30 millones de dólares.
“Los contendientes republicanos ya aseguraron cientos de millones de dólares de un grupo de multimillonarios, incluyendo un ejecutivo de Wall Street, un magnate de casinos de Las Vegas, un vendedor de autos de Florida y, por supuesto, los hermanos multimillonarios de Kansas David y Charles Koch”, publicó el diario.
Ciudadanos en descontento
Una encuesta de CBS News mostró que cerca de 84 por ciento de los votantes creen que el dinero tiene demasiada influencia en la política de EU.
Además, 39 por ciento dice que el sistema de financiamiento de las campañas necesita cambios fundamentales y 46 por ciento creen que requiere una reconstrucción total.
El 66 por ciento del electorado cree que los ricos tienen más influencia en las campañas políticas que el ciudadano promedio.
Por ello, muchos presidenciables que no figuran en los primeros lugares en las encuestas o en las listas de donativos están pidiendo una reforma estructural a las campañas.
“Me informan que la campaña de Clinton pretende recaudar mil millones de dólares. Eso debería asustar a todos los estadounidenses”, declaró a Politico el exaspirante demócrata a la Presidencia Gary Hart.
“Si tienes que obtener mil millones de dólares para contender por la Presidencia, ¿cuántas personas pueden hacerlo? Sólo los Clinton y los Bush y uno o dos más”.
Reforma improbable
Aun con el descontento, especialistas dudan que haya una reforma en las campañas.
Chris Cillizza, de The Washington Post, argumenta que, según la misma encuesta de CBS, menos de uno por ciento de los estadounidenses consideran limitar el financiamiento electoral como una prioridad.
“El simple hecho es que fuera de los comprometidos activistas que buscan la reforma a las campañas, sacar el dinero de la política simplemente no es una prioridad para la gran mayoría de los estadounidenses”, escribió la semana pasada.
Reuters reportó que no hay voluntad política de ningún partido para hacer algo así, por lo menos durante estas campañas.
“El Departamento de Justicia estaría renuente a hacer algo durante la temporada electoral por la preocupación de que parezca un acto políticamente motivado”, informó.