A pesar de ser un tema protagónico en ambos países, la legalización de la mariguana no fue mencionada por ninguno de los dos líderes.
Sin embargo la lucha contra el tabaco sí fue puesta sobre la mesa. Mujica se refirió a la demanda judicial que enfrenta el Estado uruguayo por parte del gigante Philip Morris, que considera que las medidas antitabaco que el gobierno de Montevideo quiere obligarle a adoptar no son legales.
“Ocho millones de personas están muriendo cada año”, aclaró el mandatario uruguayo. “Es un asesinato en masa”, enfatizó.
Se la lleva tranquilo
Obama decidió esquivar el tema y prefirió hacer halagos hacia el mandatario uruguayo. Alabó el respeto internacional con el que cuenta, y lo definió como “un líder en derechos humanos”.
El presidente estadounidense también resaltó los avances de Uruguay bajo el mandato de Mujica y sus “contribuciones al mantenimiento de la paz” con fuerzas en la ONU en lugares como Haití o África.