América Latina es el actual centro de contagios de coronavirus para la Organización Mundial de la Salud (OMS). Margaret Harris, vocera del organismo, dijo que la región está mejor preparada para enfrentar la pandemia ya que tiene más experiencia en el manejo de brotes epidemiológicos en comparación con otros continentes, como el africano.
América Latina registra más de 383 mil 670 casos confirmados de Covid-19. Brasil es el país con más víctimas, seguido de Perú y México. No obstante, cada gobierno enfrenta retos distintos para frenar la expansión del virus, de acuerdo a la condición de la población y su economía.
En el mundo, el Covid-19 ha causado la muerte de 286 mil personas desde que inició la emergencia sanitaria en diciembre de 2019. En América Latina se cuentan 21 mil 528 víctimas mortales, de acuerdo con la OMS.
El primer caso de Covid-19 en la región se confirmó a finales de febrero, dos meses después de que China informara a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el brote de una neumonía atípica en Wuhan, provincia de Hubei.
El mundo poco sabía del virus que enfrentaría, no obstante, los países encendieron poco a poco sus alarmas ante este nuevo brote una vez que la Organización Mundial de la salud, que pertenece a las Naciones Unidas (ONU), informara que estos casos fueron causados por una nueva cepa del coronavirus.
Las economías más importantes de la región, entre ellas México, comenzaron a registrar los primeros casos de coronavirus durante los últimos días de febrero, y aunque cada uno enfrenta una evolución distinta, comparten desafíos como la falta de insumos médicos, ya que la mayoría de los dispositivos médicos se priorizaron a la atención de la emergencia en las regiones donde inició el brote.
En medio de la contingencia, los gobiernos comienzan a delinear sus planes para la recuperación económica, que debe ser de forma paulatina para evitar un repunte en el número de contagios, por recomendación de la OMS.
La acción de los presidentes de América Latina
Brasil, la economía más grande de América Latina, registró el primer caso de coronavirus en Sao Paulo, el 26 de febrero. El enfermo fue un brasileño que viajó a Italia, uno de los países en donde se registra el mayor número de contagios en el mundo.
Jair Bolsonaro, presidente de ese país, minimizó el virus y lo llamó “gripecita”, pese a que una decena de funcionarios de su gabinete resultaron contagiados en un viaje de trabajo a Estados Unidos. Además, fue duramente criticado porque convocó a una marcha de sus seguidores y los saludó y se sacó fotos con todos pese las probabilidades de contagio.
Ante la inacción del presidente, de forma autónoma los gobernadores implementaron sus planes para mitigar los contagios, lo cual los llevó a enfrentar a la autoridad federal, mientras el mandatario mantiene su posición de priorizar la economía.
El país reporta 172 mil 243 casos de enfermos de Covid-19, mientras el número de decesos asciende a 12 mil 404. Aún con estas cifras, Bolsonaro calificó como servicios esenciales las peluquerías y los gimnasios, por lo que podrán abrir sus puertas al público.
“La higiene es salud, cortarse el pelo, hacerse las uñas. La gimnasia es vida, hacer ejercicio mejorará la vida de la gente a la que le está subiendo el colesterol”, dijo el mandatario en un encuentro con medios el 12 de mayo.
A diferencia de Bolsonaro, Alberto Fernández, presidente de Argentina, ha manifestado la necesidad de preservar las medidas de distanciamiento social para priorizar la salud de la ciudadanía, mientras busca evitar un socavón en la economía de su país.
El ministerio de salud reportó el primer contagio de coronavirus el 3 de marzo, un hombre de 43 años que llegó a Buenos Aires después de viajar a Milán, Italia, país que en ese tiempo registraba las alzas más importantes en el número de contagios.
El presidente declaró emergencia sanitaria el 20 de marzo, entonces comenzaron las medidas de distanciamiento social, además del paro de actividades no esenciales, para reducir el tráfico de personas en las calles y poner un freno a los contagios de Covid-19.
“Tenía otra mirada, otras prioridades, y todo pasó a un segundo plano. Estamos viviendo una situación muy delicada. No es fácil lo que nos toca pasar. No a nosotros, al mundo. Es un enemigo invisible que no sabemos dónde está, en quién anida”, dijo Fernández en una entrevista en una cadena de televisión de su país.
Sin embargo, los casos positivos de coronavirus en Argentina marcaron un récord de 285 contagios al cierre de esta edición. De acuerdo con el ministerio de salud, este es el tercer pico en el número de enfermos en los últimos cinco días.
El país registra 6 mil 278 casos confirmados, mil 849 enfermos recuperados y 319 víctimas mortales, y se ubica como una de las naciones de la región con un menor impacto a causa de la emergencia sanitaria.
En Perú, la emergencia alcanzó a un gran porcentaje de la población. Es el segundo con un mayor número de contagios en la región, después de Brasil, situación por la que el presidente Martín Vizcarra extendió el periodo del confinamiento por quince días más a partir del 11 de mayo.
En esta semana, la novena de aislamiento para la ciudadanía, el gobierno permitió el reinicio de actividades de algunos sectores, como la apertura de mercados populares, en donde se había registrado un elevado número de contagios.
Al cierre de esta edición, el número de casos confirmados era de 68 mil 822, con 23 mil 324 personas recuperadas y 2 mil 057 fallecimientos. El primer caso en el país se reportó el 6 de marzo.
Chile, en tanto, enfrenta una aguda crisis social y con diferentes manifestaciones que pararon a causa de la contingencia. El primer caso de Covid-19 se registró tres días antes que en Perú, el 3 de marzo, desde entonces se contabilizan 31 mil 721 casos confirmados y 335 víctimas mortales.
A diferencia de otros países de la región, el presidente Sebastián Piñera consideró dentro de la emergencia sanitaria, declarada 15 días después del primer contagio, un toque de queda y la imposición de una multa de entre 50 mil y 200 mil pesos chilenos (mil 398 a 5 mil 594 pesos mexicanos) a quien rompa las reglas.