American horror show
El jueves pasado 10 personas perdieron la vida en la modesta Universidad Comunitaria de Umpqua en Oregón, Estados Unidos. Todos víctimas de un tiroteo perpetrado por Chris Harper Mercer, nombre del presunto atacante, quien también falleció durante el atentado.
El del jueves fue el asesinato en masa número 45 en lo que va del año en Estados Unidos. El mismo evento - casi con las mismas características - ha ocurrido un promedio de cinco veces por mes, más de una vez por semana, durante 2015.
Sergio Almazán
El jueves pasado 10 personas perdieron la vida en la modesta Universidad Comunitaria de Umpqua en Oregón, Estados Unidos. Todos víctimas de un tiroteo perpetrado por Chris Harper Mercer, nombre del presunto atacante, quien también falleció durante el atentado.
El del jueves fue el asesinato en masa número 45 en lo que va del año en Estados Unidos. El mismo evento – casi con las mismas características – ha ocurrido un promedio de cinco veces por mes, más de una vez por semana, durante 2015.
La lista de ataques con armas de fuego en escuelas estadounidenses es cada vez más larga y parece que EU no sabe qué hacer para detener este fenómeno.
El país más poderoso del mundo. El mismo que está preocupado por el crecimiento exponencial del Estado Islámico en Siria, tiene un grave problema de violencia doméstico.
La propuesta de Barack Obama de imponer más controles a la compra de armas en EU ha sido rechazada una y otra vez. Los republicanos, la Asociación Nacional del Rifle y muchos que valoran su derecho a portar armas, para defenderse, no están de acuerdo con el presidente.
Lo cierto es que ni Obama, ni otros presidentes, demócratas o republicanos, han podido hacer mucho para mantener las armas lejos de los individuos que ejecutan ataques en lugares públicos.
Se culpa al cine, a la música, a los videojuegos y a las drogas. Algunas investigaciones, sin embargo, evidencian razones más complicadas y profundas.
Depresión, esquizofrenia, soledad, falta de integración, desapego, violencia intrafamiliar y miedo, son algunas de las teorías que tratan de explicar el comportamiento de estos asesinos.
En Estados Unidos el miedo no es nuevo. EU vive con miedo desde sus orígenes. Miedo a los nativos americanos, luego a los afroamericanos, a los extranjeros, a los comunistas, a los homosexuales y recientemente a los musulmanes y a los mexicanos. EU le tiene miedo a lo que no conoce, a lo diferente.
Los analistas que apoyan las propuestas de Obama para controlar las armas, también coinciden en que la solución está en un cambio profundo de las estructuras sociales, de la escala de valores y de los indicadores de éxito dentro de sus comunidades.
Lo anterior, aunado a proporcionar una atención más humana a los pacientes que sufren trastornos mentales, es para muchos una solución más eficaz que poner detectores de metales o hacer cateos en las escuelas.
Al emitir sus condolencias, Barack Obama dijo que EU no es el único país desarrollado donde viven personas que padecen enfermedades mentales y, sin embargo, en países como Australia o Reino Unido – quienes han aprobado leyes para el control de armas – no se viven cada semana masacres en los colegios.
Obama exhortó a las familias norteamericanas a repensar el problema y ayudar a su gobierno a cambiar la ley para salvar vidas.
“Si ustedes creen que este es un problema, entonces deberán elegir a quienes reflejen sus opiniones”, concluyó el presidente.
La cadena de televisión CNN difundió un video, donde se puede escuchar la transmisión de la policía local cuando trataba de contener al asesino. Las voces se escuchaban entrecortadas debido a la interferencia de los equipos de comunicación.
“Una mujer ha sido abatida…
El tirador está en un salón de clases… El hombre está armado… El atacante ha caído, repito, ha caído”, confirmaba uno de los oficiales.
Y con él, otras nueve víctimas caían abatidas mientras millones de americanos seguían un capítulo más del programa más visto en EU en los últimos nueve meses: The American Horror Show.