Una nueva huelga estalló en Grecia, dejando casi “a ciegas” de información a los habitantes.
Diferentes grupos periodísticos detuvieron sus actividades por 24 horas, lo que causó que la visita del presidente francés François Hollande tuviera una cobertura mínima a nivel nacional.
Finalmente, una orden judicial obligó a los reporteros de la televisión estatal a que volvieran al trabajo.
Tal episodio causó un tremendo malestar en el gobierno helénico, que había tratado de aprovechar la visita de Hollande para mejorar su imagen ante un público cansado de la austeridad.
Hollande dijo que espera que empresas francesas participen en el enorme programa de privatización de Grecia, una condición crucial exigida en el programa de rescate financiero del país.
El gobierno está enfocándose en la venta de su participación en los sectores de la energía, el agua, el transporte y los ferrocarriles.
La huelga de un día de los periodistas sacó del aire todos los noticieros de radio y televisión, y dejó los sitios noticiosos en internet sin actualizaciones. Los periódicos no llegarán hoy a los vendedores en las calles.
Los sindicatos de periodistas han protestado por los despidos y la reducción de prestaciones y pensiones, entre otros temas.
Cientos de periodistas del sector privado pasan meses sin recibir su salario.
El Estado acusó al partido opositor de estar detrás del boicot. (AP)