¿Apertura milagrosa?
Un “cambio impresionante”, un “giro dramático”, un “espíritu de apertura que sopla en la Iglesia”.
Así calificaron medios internacionales al documento preliminar del Sínodo de Obispos del Vaticano, que indica que los homosexuales poseen “dones y atributos para ofrecer a la comunidad cristiana” y que además flexibiliza la postura con divorciados y parejas que viven en unión libre.
Pedro Pablo Cortéshttp://youtu.be/COFFhBojQeM
Un “cambio impresionante”, un “giro dramático”, un “espíritu de apertura que sopla en la Iglesia”.
Así calificaron medios internacionales al documento preliminar del Sínodo de Obispos del Vaticano, que indica que los homosexuales poseen “dones y atributos para ofrecer a la comunidad cristiana” y que además flexibiliza la postura con divorciados y parejas que viven en unión libre.
“Esta es la primera señal de que la Iglesia institucional seguiría la dirección que Francisco ha establecido en los primeros 18 meses de su papado, alejada de la condena a las situaciones familiares poco convencionales”, publicó el lunes The New York Times.
Sin embargo, críticos de la Iglesia se apuraron a señalar que el texto de 12 páginas es sólo un reporte preliminar que no constituye un cambio en la doctrina y enseñanzas del catolicismo.
Además, sacerdotes conservadores cuestionaron el texto al tacharlo de “inaceptable” por manipular las verdaderas enseñanzas de esta religión.
‘No es un gran cambio’
La corresponsal de religión de Time, Elisabeth Dias, explicó que el texto sólo es un relatio, una mera fotografía de las discusiones que han sostenido los más de 200 prelados que participan en el Sínodo desde la última semana.
“No es el gran cambio que la gente cree que es”, escribió Dias el lunes. “El relatio no es un texto proscriptivo. No es un decreto. No es una doctrina y ciertamente no es un cambio doctrinal. Tampoco es final”, enfatizó.
“El Vaticano ha repetidamente aclarado que este Sínodo no traerá cambios a la doctrina, o siquiera un documento final con nuevos ritos. El dar la ‘bienvenida a los gays’ no significa que la Iglesia ya no equipare ‘gay’ con ‘pecado’”.
La revista Newsweek coincidió ayer en que hay un problema de interpretación, pues a pesar de la suavización del tono el reporte condena las uniones homosexuales como “imperfectas” y enfatiza en que no son iguales que las de un matrimonio heterosexual.
“Aquí hay muy pocas cosas nuevas, fuera del énfasis y el tono”, dijo a la publicación Thomas Farr, director del Proyecto de Libertad Religiosa de Georgetown.
Incluso, otros analistas destacan que los vaticanistas aún critican la perspectiva de género que poseen los organismos internacionales.
“El Sínodo sostiene que es ‘inaceptable’ que ‘organismos internacionales condicionen ayuda financiera a la introducción de normativas inspiradas en la ideología del género’”, reportó ayer La Reppublica.
Conservadores vs. Liberales
“El documento de la Iglesia sobre las familias desató una tormenta entre los obispos”, afirmó ayer el diario El Clarín.
Tras la circulación del texto, curas conservadores estallaron ayer en indignación.
“Sobre los homosexuales, dijeron que se requería ‘prudencia’ para ‘que no se cree la impresión de que hay una evaluación positiva de parte de la Iglesia para esa tendencia. Se aconsejó el mismo cuidado al tema de concubinato’”, informó The Toronto Star.
El cardenal Raymond Burke, titular de la Suprema Corte del Vaticano, acusó que se está divulgando “información manipulada” del Sínodo.
“El documento carece de sólidas bases en las Sagradas Escrituras y el Magisterium. En un asunto en el que la Iglesia tiene una rica y clara enseñanza, da la impresión de inventar una nueva”, denunció en el Catholic World Report.
Pese a estas críticas, hay prelados que incluso piden más tolerancia de parte del clero, pues recalcan que hay una diferencia entre lo religioso y lo civil.
“Los gays no son enfermos que hay que curar. El Sínodo supera los prejuicios eclesiásticos que reducían la homosexualidad a perversiones y peligro público. En el centro debe estar siempre la persona”, manifestó ayer al Vatican Insider el obispo canonista Domenico Mogavero.
“Un Estado laico no puede tomar decisiones de tipo confesionales y la Iglesia no puede interferir en la esfera de las leyes civiles”.