California está en emergencia. Después de que el estado registrara las temperaturas más altas de su historia, los incendios forestales arrasaron ya algunas zonas urbanas, sin que hasta ahora se reporten pérdidas humanas.
Esta no es la primera vez que el estado se enfrenta a estos desastres, en su mayoría naturales, que han ocasionado severas afectaciones humanitarias y económicas, que aún acechan a los lugareños que se recuperan de la devastación de años pasados.
El fuego avanzó con fuerza durante la madrugada del 19 de agosto y, de acuerdo con reportes de medios locales, acabó con por lo menos 12 mil hectáreas de la región vinícola del norte del estado conocida como Vacaville, situación que provocó que los habitantes fueran evacuados de sus hogares.
Sin embargo, este es sólo uno de 23 incendios calificados como “grandes”, de acuerdo con los datos proporcionados por el gobernador Gavin Newsom en un informe, en el cual detalló que su sistema de rastreo identificó, por lo menos, 367 de estos siniestros en California.
Ante la situación, Newsom declaró emergencia en todo el estado para ayudar a garantizar la disponibilidad de recursos para apagar el fuego, que se ha extendido debido a la combinación que resulta de la ola de calor, los fuertes vientos sostenidos y las tormentas eléctricas ocasionadas por Genevieve, la tormenta tropical que se generó en el Océano Pacífico.
“Estamos desplegando todos los recursos disponibles para mantener a las comunidades seguras mientras enfrentamos los incendios en estas condiciones extremas. Los gobiernos de California y sus socios federales y locales trabajan de la mano para enfrentar el desafío y permanecer alerta ante las continuas condiciones climáticas peligrosas”, dijo Gavin Newsom en la declaratoria de emergencia.
En el documento, el gobierno de California explica que el rastreador ubica los incendios reportados del Grupo Coordinador Nacional de Incendios Forestales y Cal Fire, y se actualiza cada hora para dar una mayor precisión de los condados que están en emergencia.
A principios de esta semana, el gobernador obtuvo recursos para financiar los trabajos de asistencia para manejo de incendios de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), con el fin de reforzar la respuesta a los siniestros que se registran en los condados de Napa, Nevada y Monterey.
Clima adverso en California
La ola de calor extremo en California comenzó a sentirse desde el pasado 14 de agosto. Entonces, el gobierno de Gavin Newsom izó la bandera roja para advertir sobre los riesgos a la población.
Los incendios que más preocupan a las autoridades locales son los que se registran en River Fire en Monterey, Jones Fire en Nevada y Gamble Fire en Hennessy. En tanto, las zonas siniestradas que se encuentran en los alrededores de Napa fueron catalogadas por las autoridades como Lightning Complex Fire, debido a que el fuego se ha extendido de forma rápida y ha destruido cientos de casas.
La tensión en el estado se expande al mismo ritmo que el fuego, debido a que las autoridades de los condados tienen dificultades para hacer frente a estos desastres naturales dado que deben apegarse al sistema de ayuda mutua, cuyo proceso considera que primero se debe realizar una evaluación para determinar los alcances de la emergencia.
“Consideramos que las temperaturas extremadamente altas y las condiciones de sequía se van a mantener y por ello es probable que los incendios forestales reportados se expandan por todo el estado y que se generen otros nuevos, lo que agravará la situación en California”, puntualizó el gobernador en la declaratoria de emergencia.
Para mitigar la situación, los habitantes de la zona también deben enfrentar la interrupción del suministro de energía, debido a que las líneas eléctricas resultan un riesgo y, en algunos casos, también provocan el inicio del fuego en las áreas boscosas que han sido alcanzadas por la urbanización.
Esta emergencia no es nueva para los habitantes de California, que desde 2018 han afrontado incendios que destrozaron sus viviendas y causaron la pérdida de sus familiares o amigos. En ese año, el impacto económico fue de 200 mil millones de dólares, de acuerdo con datos de AccuWeather.
Durante 2019, por el fuego, cerca de 200 mil habitantes de California tuvieron que evacuar sus casas y alrededor de un millón se quedaron sin luz, hecho que fue considerado como el mayor apagón controlado en la historia del estado.
Si bien estos siniestros son, en su mayoría, generados por el cambio climático y factores naturales, existen actividades que los convierten en peligro para las personas y las áreas boscosas, las cuales no han logrado ser abatidas por las autoridades a lo largo de los años.
Entre estas acciones están la tala informal y la de escala industrial, que ocasiona la pérdida de árboles de gran tamaño que tienen alto valor comercial. Para Greenpeace, cortar árboles de mayor edad y reducir la cobertura en sus copas genera más calor y condiciones de sequía en el suelo, lo que convierte a éstas en zonas de alto riesgo.
A lo anterior se suman otras acciones que son generadas por las personas que acampan en los bosques y encienden fogatas, o que fuman y tiran sus cigarros sin apagarlos correctamente.
Cabe mencionar que hasta el cierre de esta edición no hay reportes de control de fuego, tampoco de pérdidas humanas, no obstante, las autoridades se mantienen en alerta ante la posibilidad de que los incendios escalen en el estado.