Los dos principales antagonistas de la política en Argentina parecen íntimamente ligados, la decisión que tome uno de ellos tiene repercusiones en el futuro del otro.
Con miras a las elecciones legislativas en octubre de este año, la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se encuentra en una encrucijada.
Tanto la exmandataria como las figuras de peso dentro del Partido Justicialista de Argentina evalúan con sumo cuidado la conveniencia o no de que pueda presentarse a los comicios, situación que incluso ya está generando un debate al interior del peronismo.
Es indiscutiblemente la figura más fuerte de la oposición, sin embargo su postulación, por el desgaste público que enfrenta, podría traer consigo una debacle electoral para la oposición y paradójicamente podría terminar favoreciendo a Mauricio Macri.
En Argentina auguran que la jornada electoral del próximo 22 de octubre será “la madre de todas las batallas” entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner; y en la práctica, un referéndum a la gestión del presidente de la nación sudamericana.
Macri, quien llegó hace 15 meses a la Casa Rosada, enfrenta serios cuestionamientos por el giro que le ha dado a la política económica.
Aunque en el ámbito internacional sus reformas han sido aplaudidas y respaldadas por su pragmatismo, y ya se han dado las primeras señales de recuperación macroeconómica, al interior hay descontento en diversos sectores como la industria y el comercio, que han sufrido los estragos del ajuste.
Cuando asumió en diciembre de 2015, Macri se propuso cambiar a fondo el modelo del país, aquejado por la herencia de los Kirchner, con subsidios excesivos que mermaban la economía y sin acceso al crédito internacional.
El periodo de ajustes ha traído buenas noticias, pero también rechazo social de los sectores más desprotegidos, provocando protestas, paros y ataques constantes de la oposición.
Los leales al kirchnerismo se mantienen como una de las principales fuerzas tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, y Macri en cambio enfrenta una mayoría opositora que ha tratado de ponerle trabas.
Es por eso que las elecciones de octubre próximo son relevantes para el futuro político de Argentina: por una parte Macri aspira a mejorar la representatividad de su partido en el Legislativo para poder tener un mayor margen de maniobra, y con ello se juega también gran parte de lo que resta de mandato.
Para Cristina Fernández y la oposición, los comicios son una oportunidad de golpear a la administración de Macri, en un momento en que la popularidad del presidente argentino comienza a bajar.
Cálculo electoral
Aunque al interior del peronismo no se pone en tela de juicio el liderazgo de Cristina Fernández ni su arrastre y popularidad entre muchos sectores de Argentina, lo cierto es que la expresidenta arrastra números negativos entre el potencial electorado.
Fernández de Kirchner enfrenta numerosas causas judiciales, la procesan por la venta irregular de dólares en los últimos días de su mandato y está imputada en varias causas de corrupción.
Aunque sus seguidores y aliados políticos denuncian esta persecución judicial como una “caza de brujas’ auspiciada por el gobierno de Macri, e incluso por sectores de la prensa, sus problemas con la justicia la han afectado en imagen y popularidad.
Tan solo el fin de semana pasada la exmandataria sufrió en carne propia su primer “escrache”, cuando un grupo de ciudadanos irrumpió en la residencia oficial de la gobernadora de la provincia de Santa Cruz, Alicia Kirchner, su cuñada.
Los manifestantes rompieron vidrios, lanzaron piedras e incluso excrementos a la propiedad, y la expresidenta, junto a sus familiares, permanecieron atrincherados hasta la intervención de la policía.
Cristina Fernández acusó que el gobierno de Macri estuvo detrás de la intimidación, que calificó de ser un acto orquestado y no una casualidad.
Este podría ser un episodio más de la batalla entre Macri y su antecesora, en un momento en que ya comienzan los cálculos políticos previos al arranque del proceso electoral que culmina con los comicios de octubre.
Posible fuga de votos
Aunque Fernández de Kirchner se ha mantenido como una de las voces más críticas al actual gobierno, hasta el momento ha guardado silencio sobre una hipotética postulación al Senado.
Una candidatura que es impulsada por algunas corrientes, pero censurada por otras. La razón es que algunos analistas sostienen que si Cristina se presenta a las urnas, y de ese modo se convierte en el rostro más visible de la oposición, el oficialismo podría salir beneficiado.
Hay quienes sostienen que la presencia de la expresidenta y el nivel de exposición con el que contaría serían perjudiciales para el peronismo, ya que podría ocasionar una fuga de votos que irían hacia el Frente Renovador, la tercera fuerza en discordia.
Los últimos sondeos en Argentina le otorgan a la alianza oficialista “Cambiemos” un aproximado de 25 por ciento de apoyo para las legislativas, una cifra que aumenta en caso de una postulación de Kirchner debido al rechazo que genera.
Debido a las imputaciones judiciales que pesan sobre ella, se ha especulado que la viuda de Néstor Kirchner estaría buscando acceder a un cargo popular para adquirir fuero.
¿Sí o no?
La hipotética candidatura de Cristina Fernández de Kirchner es impulsada por algunas corrientes, pero censurada por otras:
Pros
> Los leales al kirchnerismo se mantienen como una de las principales fuerzas tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
> Los ajustes del gobierno de Macri han generado rechazo social entre los sectores más desprotegidos.
> La popularidad del presidente comienza a bajar, lo que la oposición ve como una oportunidad para golpear su administración.
Contras
> La alianza oficialista ‘Cambiemos’ tiene un aproximado de 25 por ciento de apoyo para las legislativas, cifra que podría aumentar si Kirchner se postula, por el rechazo que genera.
> Su presencia podría ser perjudicial para el peronismo, ya que podría ocasionar una fuga de votos que irían hacia el Frente Renovador, la tercera fuerza en discordia.
> Se especula que la expresidenta buscaría acceder a un cargo popular para adquirir fuero, ante las imputaciones judiciales que enfrenta.