Armar a un país violento
El presidente Jair Bolsonaro firmó un decreto que facilita la posesión de armas, sin embargo, organizaciones civiles consideran que la orden puede aumentar los crímenes en una nación que ya es insegura
Mariana RecamierComprar un arma en Brasil ya es más fácil gracias al decreto firmado esta semana por el nuevo presidente Jair Bolsonaro. La resolución se da en un momento en el que el país enfrenta un aumento en la inseguridad, sin embargo, de acuerdo con organizaciones sociales la decisión puede ser contraproducente y provocar que aumente la violencia.
El nuevo decreto incluye dos puntos relevantes. El primero es que la duración de la licencia se amplía a diez años de los cinco actuales. El segundo consiste en que el potencial comprador ya no tendrá que argumentar ante la Policía Federal por qué necesita un arma como tuvieron que hacer los 330 mil brasileños que tienen permiso en la actualidad.
Ante estas nuevas normas, el decreto del presidente desató la indignación en una parte de la sociedad brasileña. En un manifiesto, una decena de organizaciones y movimientos sociales, entre ellas el Foro Brasileño de Seguridad Pública, considera que la flexibilización de la posesión de armas traerá más violencia.
“Se trata de una apuesta a la violencia, ya que existen evidencias bastantes robustas dentro del debate sobre seguridad pública que comprueban que cuando hay más armas se dan más crímenes”, señala el texto.
El documento agrega que el decreto presidencial debilita la idea de generar políticas efectivas de reducción de la criminalidad y violencia.
Las organizaciones se pronuncian en contra del nuevo fallo porque ya existen niveles altos de violencia en el gigante latinoamericano. Brasil registró 62 mil asesinatos en 2016, según el Sistema de Información sobre Mortalidad del Ministerio de Salud brasileño. Más de dos tercios fueron perpetrados con armas de fuego, es decir, 44 mil 475 homicidios.
Además, una cantidad importante de ciudadanos brasileños portan armas. El total estimado de armas de fuego (tanto licitas como ilícitas) pertenecientes a civiles es de 17 millones 510 mil, según GunPolicy.org, sitio que recopila información sobre la violencia armada y el control de armas en el mundo.
Del total, sólo 7.4 por ciento (1 millón 300 mil) tienen licencia y una media de 37.9 por ciento son ilícitas, de acuerdo con los datos de la misma página. No existe un número exacto de los ejemplares que son ilegales, sin embargo, en Brasil se estima que existen entre 3 millones 800 mil (21.7 por ciento) y 9 millones 499 mil 847 (54.2 por ciento) de armas que no son regulares.
“Brasil siempre vende muy bien una idea de país pacífico que incluye carnaval y alegría, pero en realidad tienen una violencia permanente por choques sociales constantes”, explica Marcos Marín Amezcua, analista y profesor en la Universidad La Salle.
El especialista agrega que algunas situaciones que provocan violencia en Brasil son la disparidad económica, la historia de discriminación hacia las personas racializadas y otras desigualdades sociales.
“Es un país en el que el tema racial y social son muy conflictivos debajo de una imagen de paz y quietud. La sociedad vive crispada porque gobernaba la izquierda y ahora la derecha, entonces este tipo de cambios políticos bruscos provocan que brote eso que parece que no existe”, comenta Marín Amezcua.
El profesor agrega que otro factor que genera violencia en el país sudamericano es la segmentación del crimen organizado y sus reacciones violenta.
Nuevas normas con datos viejos
En contradicción con la indignación ciudadana, el presidente explicó durante la ceremonia en la que firmó el decreto que el cambio legal responde a que “el pueblo soberano decidió” a favor de la venta de armas en un referéndum celebrado hace 13 años. En ese entonces, un 63 por ciento votó en contra de prohibirlas.
Las encuestas actuales indican que en la actualidad hay un drástico cambio de opinión: el 68 por ciento es contrario a flexibilizar las restricciones vigentes a la compraventa de armas, de acuerdo con un sondeo de Datafolha publicado esta semana.
Amezcua recuerda que desde hace mucho tiempo la violencia de Brasil se combate con armas y considera que con el nuevo decreto se puede disparar el mercado armamentista.
El especialista concluye que los países que pueden estar interesados en enviar armas a Brasil son Estados Unidos, Israel, Francia y Reino Unido.