Assange tras las rejas

El activista Julian Assange fue condenado este miércoles a 50 semanas de cárcel. La sentencia fue dictada porque el fundador de WikiLeaks violó su libertad condicional cuando pidió asilo en la embajada de Ecuador en Londres.

A diferencia del momento de su detención el pasado 11 de abril, el activista entró en los juzgados de Southwark con cabello corto y afeitado. En el tribunal tuvo el apoyo de quienes consideran que fue detenido y sentenciado de forma injusta.

Un grupo de simpatizantes sostuvo una pancarta que decía “liberen a Julian Assange, candidato al premio Nobel de la Paz” frente a una docena de cámaras de televisión en la puerta del tribunal. Otra mujer gritó “¡vergüenza a Reino Unido!” y “¡vergüenza a Ecuador que vendió a Assange!”, de acuerdo con agencias.

En el momento de leer la sentencia, la jueza Deborah Taylor acusó a Assange de intentar evadir la justicia. La magistrada agregó que el fundador de WikiLeaks aprovechó su posición de privilegio para situarse por encima de la ley y expresar internacionalmente su desdén hacia la justicia de Reino Unido.

Los abogados del activista pidieron una mitigación de la condena por el tiempo que cumplió en prisión preventiva, durante el proceso de extradición a Suecia, y por la restricción de su libertad mientras vivió en la embajada ecuatoriana.

El Departamento de Justicia estadounidense pide al activista porque lo acusa de cometer intrusión informática al ayudar a la exanalista de inteligencia Chelsea Manning a obtener una contraseña para acceder a documentos clasificados. Este delito es castigado con un máximo de cinco años de cárcel.

Su abogado Mark Summers leyó un comunicado en el que Assange asegura haber luchado en terribles circunstancias con las esperanzas de una resolución legal entre los Gobiernos de Ecuador y Suecia que hubiera evitado sus peores miedos, en referencia implícita a la extradición a Estados Unidos.

Además, la fiscalía sueca podría reabrir el caso de la doble acusación por violación y abusos sexuales que provocó la detención inicial de Assange cuando se encontraba en Reino Unido. El caso fue archivado en el 2018, pero las dos denunciantes dijeron que quieren declarar contra el fundador de WikiLeaks y llegar hasta el final.

Assange fue detenido por varios agentes de Scotland Yard que lo sacaron por la fuerza de la embajada ecuatoriana en Knightsbridge tras 2 mil 488 días de encierro. El fundador de Wikileaks, de 47 años, con barba blanca y visiblemente envejecido, gritó a los agentes mientras le detenían: “¡Esto es ilegal!”.

La intervención fue posible tras la decisión del presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, de retirarle el asilo por su supuesta conducta desafiante. Durante meses, el jefe de Estado se quejó del australiano por su injerencia en las elecciones estadounidenses, sus intervenciones a favor de la independencia catalana y otros temas políticos internacionales.