El gobierno venezolano acusó ayer al uruguayo Luis Almagro de abusar de sus atribuciones como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) al seguir instrucciones de Washington para alinearse con la oposición venezolana.
“Desde Venezuela no vamos a permitir que ningún país, y lo voy a decir con nombre y apellido, Estados Unidos, sirviéndose de la secretaría general (de la OEA) y de factores violentos en Venezuela pretenda la intervención de nuestra patria”, dijo la canciller Delcy Rodríguez durante una sesión extraordinaria que su gobierno solicitó al Consejo Permanente de la OEA.
“Se nos amenaza prácticamente desde algunos factores de la organización, que nos amenaza con la aplicación de la Carta Democrática Interamericana”, agregó. “Esto es, de verdad, grave y risible”.
Rodríguez compareció ante el Consejo una semana después de que Almagro recibiera en su despacho a varios diputados opositores venezolanos que le solicitaron evaluar el mecanismo más apropiado de intervenir ante lo que calificaron como intentos del Ejecutivo para entorpecer el funcionamiento de la Asamblea Nacional.
Sergio Jellinek, portavoz de Almagro, dijo a reporteros tras la sesión que Almagro decidió no intervenir porque aún espera información adicional a la suministrada por los opositores “para ver si es suficiente para hacer un llamado invocando a la Carta”.
Carta poderosa
El artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana autoriza a cualquier Estado miembro o al secretario general a convocar al Consejo Permanente en caso de que “en un Estado miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático”.
El Consejo Permanente tendría la autoridad de convocar a un periodo extraordinario de sesiones de la Asamblea General, la cual podría suspender a ese país de la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los 34 estados miembros.
Venezuela sostiene que si la Carta fuera invocada sin su solicitud representaría una violación a su soberanía. (AP)