En medio de una profunda crisis económica, el presidente venezolano Nicolás Maduro decretó un incremento de 30 por ciento sobre el salario mínimo legal, una medida que regirá desde este 1 de mayo, día internacional del trabajo.
Con el ajuste anunciado el sábado por la tarde, el salario se fija en 15.051 bolívares mensuales (unos mil 505 dólares a la tasa oficial de 10 bolívares por dólar), pero apenas unos 50 dólares según la cotización de la divisa norteamericana en el mercado negro, que en buena parte establece los precios reales de los bienes básicos de los venezolanos.
El primer mandatario había incrementado ya el salario en 20 por ciento el pasado 1 de marzo.
Maduro intenta dar así un golpe de opinión que conjure la profunda crisis económica en la que está sumida Venezuela por cuenta de la escasez de alimentos y medicinas y una inflación desbordada.
Súmese a esto, en los últimos días, la crisis de electricidad que obligó al gobierno a ordenar cortes diarios de energía.
En varias ciudades se han registrado protestas por cuenta del descontento socioeconómico. (AP)