La alimentación es un problema en América Latina. Mientras que las personas que padecen de hambre aumentaron seis millones más que el año pasado, la obesidad en adultos continúa en ascenso.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) descubrió que los fenómenos climáticos extremos, los conflictos y la desaceleración económica son tres de los principales causantes del fenómeno alimenticio.
El director adjunto de la división de economía y desarrollo agrícola de la FAO, Marco Sánchez Cantillo, dijo que estas carencias se deben a varios factores dependiendo de la ubicación geográfica, pero que en América del Sur un elemento muy importante fue la desaceleración económica.
“En Suramérica hay varios países que están percibiendo un rezago económico vinculado con los precios internaciones de los productos básicos que exportan.
Ese rezago ha impactado en las finanzas públicas y en los ingresos tributarios que estas naciones venían destinando a los programas de protección social”, dijo Sánchez Cantillo.
La FAO, en conjunto con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) aseguraron que el número de personas subalimentadas o que sufrieron una carencia de alimentos el año pasado ascendió hasta los 821 millones, un incremento de seis millones.
Señalan que en todo América Latina y el Caribe, 39.3 millones de personas estaban malnutridas en 2017, frente a los 38.9 millones en 2016.
Las condiciones extremas climáticas son los principales factores responsables del crecimiento del hambre a nivel mundial y una de las causas principales de las últimas crisis alimentarias.
Obesidad en adultos
La organización recalcó que la obesidad en adultos continúa creciendo y más de 672 millones de personas tienen sobrepeso.
Además, se destacó que la inseguridad alimentaria contribuye al sobrepeso y la obesidad, así como a la desnutrición.
Sánchez explicó que el aumento de la obesidad sigue al alza en la región entre adultos en Centroamérica y, especialmente, en Sudamérica.