Dimitrios Pagourtzis, el adolescente de 17 años acusado de asesinar a ocho estudiantes y a dos maestras en una escuela secundaria de Santa Fe, Texas, perdonó a personas que le agradaban, y analizó tiroteos anteriores, de acuerdo con versiones de autoridades dadas a conocer a medios de comunicación, y con documentos judiciales.
Según testigos, el día de los hechos, el pasado viernes 18 de mayo, Pagourtzis portaba una campera negra, a pesar del calor, en la que escondía una pistola calibre 38 y una escopeta Remington.
El aspecto recuerda a la masacre de Columbine, perpetrada en 1999, cuando dos adolescentes escondieron armas de fuego bajo sus abrigos y asesinaron a 12 estudiantes y a un maestro.
Los autores de la masacre de Columbine se enfrentaron a tiros con policías y al final se suicidaron.
Gred Abbott, gobernador de Texas, comentó que Dimitrios Pagourtzis tenía intención de acabar con su vida, pero no reunió el valor suficiente para hacerlo.
Al adolescente, estudiantes de la institución en la que se llevó a cabo el tiroteo, lo describen como una persona solitaria y tranquila, que jugaba en el equipo de futbol americano.
Medios de comunicación relataron que al momento de perpetrar el ataque, Pagourtzis se burló de algunas de sus víctimas que se ocultaron en un armario, ya que los invitó a atender sus teléfonos celulares, los cuales sonaban.
Un documento judicial, en el que no logran establecerse las razones de la agresión, señala que el atacante decidió perdonar a personas que eran de su agrado, a fin de que pudieran contar su versión de la historia.
De acuerdo con la prensa estadounidense, las 10 víctimas respondían a los nombres de Kimberly Vaughan, Cynthia Tisdale (profesora sustituta), Sabika Sheikh (estudiante de intercambio originaria de Pakistán), Chris Stone, Jared Black, Shana Fisher, Glenda Anne Perkins (profesora), Angelique Ramírez, Chirstian Riley García, y Aaron Kyle McLeod.