La marea verde tomó Argentina. Después de un extenso debate, en el que cerca de 160 legisladores expusieron sus puntos a favor y en contra, la Cámara de Diputados del país aprobó el proyecto de ley que despenaliza el aborto y que presentó el presidente Alberto Fernández en noviembre.
Después de 20 horas de sesión y con miles de manifestantes -a favor y en contra de la propuesta- a las afueras del edificio legislativo, que se encuentra en la ciudad de Buenos Aires, el proyecto se aprobó con 131 votos a favor, 117 en contra y seis abstenciones.
“Es sumamente trascendental. Me parece que es un momento histórico lo que estamos presenciando en este momento en Argentina, y que es parte de estas resistencias de las primaveras latinoamericanas feministas de las que hemos sido testigos en los últimos años”, declara Lizbeth Ortiz, especialista en Estudios de las Mujeres y de Género.
De acuerdo con la también escritora y periodista, lo que ocurre en el país latinoamericano es el resultado de la lucha de mujeres activistas que iniciaron con los movimientos feministas durante los años ochenta en la región.
El proyecto de aborto legal que Alberto Fernández propuso al Congreso autoriza la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación y abre la posibilidad para que los profesionales de la salud objetores eviten ser quienes realizan este procedimiento médico.
Como parte del proceso legislativo, el proyecto para la despenalización se incluirá en la agenda de las sesiones extraordinarias de la Cámara de Senadores, por lo que sería discutido al inicio del próximo año.
Este paso en el Congreso argentino hará eco en otras latitudes de América Latina, en donde los movimientos feministas han cobrado fuerza en los últimos años. “Hay países que tienen una agenda fuerte para despenalización del aborto. Hace poco tuvieron también movilizaciones en Colombia y desde luego México”, opina Ortiz.
Esta no es la primera vez que Argentina discute la despenalización del aborto. En 2018 el Congreso debatía una iniciativa que, pese a obtener la aprobación de los diputados, no logró pasar la última y fase parlamentaria con los senadores en donde recibió 31 votos a favor, 38 en contra y dos abstenciones.
Entonces, el otrora presidente Mauricio Macri no respaldó la propuesta y al no obtener la mayoría en el Congreso, el país mantiene una ley que está vigente desde 1921, aunque en la actualidad las leyes garantizan el derecho a abortar de mujeres víctimas de violación o en caso de que con el embarazo su vida esté en riesgo.
“El aborto existe y seguirá existiendo. El debate es más profundo, que se mueran las que no tienen recursos mientras que las de la high society puedan pagar cualquier dinero clandestinamente para que un doctor reconocido les haga un aborto en condiciones y en una buena clínica. Pero siempre a escondidas y siempre con riesgos”, comenta Tesla, una activista que aprueba la despenalización.
Aborto legal: Promesa de campaña
Alberto Fernández durante su campaña presidencial lanzó la promesa de despenalizar el aborto. Fue en marzo de 2020 cuando ya como presidente se comprometió públicamente a presentar al Congreso antes de fin de año un proyecto de ley, el cual envió el 17 de noviembre de 2020.
“El presidente cumplió su palabra y presentó un proyecto de ley para que el aborto sea legal. Ahora el Congreso debe estar a la altura y no dejar pasar la oportunidad de reconocer el derecho de las niñas, mujeres y otras personas con capacidad de gestar a tomar decisiones libres sobre sus cuerpos”, dijo Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, en un comunicado.
En el texto del proyecto de ley de Fernández se lee que mujeres y personas con otras identidades de género con capacidad de gestar tienen el derecho a decidir la interrupción del embarazo dentro de las 14 semanas de gestación. Después de ese plazo, será legal cuando el embarazo sea resultado de una violación o si corre peligro la vida o la salud integral de la persona gestante.
La ley también prevé que quienes decidan abortar deben recibir atención médica en el sistema de salud público y privado. Asimismo, es necesario que la persona gestante presente un consentimiento por escrito antes de que el procedimiento se practique.
En caso de que se trate de una gestante menor de 13 años, tienen que estar acompañadas por alguno de sus padres o un representante legal. En el caso de tener entre 13 y 16 años no tienen que contar con la aprobación de un mayor de edad, a menos que el procedimiento pueda implicar un riesgo para su salud o su vida.
La propuesta también contempla una pena de prisión de tres meses a un año para una persona gestante que aborte pasadas las 14 semanas de gestación y una sanción que puede llevar a la inhabilitacion de cualquier funcionario, autoridad de establecimiento de salud, profesional o personal salud que obstaculice un procedimiento.
“En Argentina no pedimos aborto como método anticonceptivo, nada más lejos. Queremos educación sexual ante todo. Anticonceptivos provistos por el sistema de salud y aborto medicamentoso cuando la mujer así lo decida”, dice Tesla.