Trabajadores subcontratados, en su mayoría inmigrantes africanos y latinos, así como afroamericanos en el aeropuerto de la capital estadounidense, se unieron ayer a un ayuno de 24 horas a nivel nacional para protestar contra salarios bajos y maltrato laboral.
Graylan Hagler, pastor protestante y activista, realizó un ceremonia religiosa al inicio del ayuno de unos 300 cargadores de equipaje, auxiliares, asistentes de sillas de ruedas, limpiadores de cabinas, trabajadores de rampa, controladores, cargadores de combustibles y oficiales de seguridad en la terminal aérea Ronald Reagan.
“Mientras millones de americanos utilizan los aeropuertos para visitar a sus familias por el Día de Gracias (…) los trabajadores de todo el país que atienden a estos pasajeros, enfrentan amenazas, intimidación y presuntos despidos ilegales por hablar de mejoras salariales y derechos en el trabajo”, señaló Hagler.
El salario mínimo en Estados Unidos es de 7.25 dólares la hora y los trabajadores del aeropuerto nacional que buscan una alza salarial ganan entre 6.75 y 8.0 dólares por hora.