El arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, le dijo al Papa Francisco que no era suficiente pedir perdón tras los abusos sexuales que menores de edad sufrieron en manos de 300 cursas en Estados Unidos.
“No basta con pedir perdón. Las estructuras que permitieron o facilitaron los abusos deben ser aniquiladas, y aniquiladas para siempre”, anunció Martin en su homilía dominical en la Procatedral de Santa María, sede episcopal del arzobispo.
La declaración del religioso se dio a sólo cuatro días de que el Pontífice argentino emitiera un mensaje después de que las autoridades de Pensilvania, Estados Unidos, dieran a conocer un informe en el que aseguraron que más de 300 sacerdotes abusaron sexualmente de niños y niñas menores de edad, en el siglo XX.
“Los escándalos de abusos en la Iglesia han provocado un arraigado resentimiento entre los creyentes. No es solo rabia ante el horror de estos abusos, sino rabia por el papel desempeñado por la jerarquía eclesiástica al agravar el sufrimiento de tantos seres, en instituciones para niños, para madres solteras o para mujeres vulnerables”, declaró Diarmuid.
