Si un músico quiere ser exitoso en Rusia, lo más conveniente es que no cante canciones de protesta.
Durante los últimos meses, artistas que apoyan la postura internacional de Moscú han utilizado el escenario –así como su estatus– para promover el sentimiento patriótico, reporta la BBC.
No obstante, algunos críticos se quejan de que las celebridades que se oponen a las políticas del Gobierno han estado siendo excluidos, y algunos hasta etiquetados como traidores.
Un claro ejemplo es el rockero Andrei Makarevich, quien hace poco llenaba auditorios.
Después de criticar públicamente el involucramiento de Rusia en Crimea y el este de Ucrania, el artista dejó de recibir invitaciones, y varios de sus conciertos fueron cancelados.
“Sucede de la antigua forma soviética”, le dijo Makarevich a la cadena británica.
“Si la persona que organiza el concierto no es tan valiente, y usualmente no lo son porque quieren vivir y alimentar a su hijos, entonces el concierto es cancelado”, explicó el cantante.
Por el otro lado, existen figuras como la reina del pop ruso Valeriya, quien sin tapujos ha mostrado su apoyo hacia las políticas expansionistas del presidente Vladimir Putin.
“Sentimos que Crimea es territorio ruso, siempre lo ha sido”, expresa Valeriya, añadiendo que la mayoría de los rusos piensan igual.
Sin embargo, ella, como otros, tampoco se salva de críticas.
Pese a que ha sido calificada como la “propagandista de Putin”, la estrella rusa al menos puede seguir trabajando.
