La ONU no insta a las personas a comer insectos, pero sí afirma que es uno de los recursos que brindan los bosques que debe explotarse
Los insectos podrían ser el alimento del futuro, según un estudio difundido ayer por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
“Insectos comestibles: perspectivas de futuro para la seguridad alimentaria y alimentación para el ganado’’, es el nombre del informe en el que afirman que los productos forestales son esenciales en la lucha contra el hambre.
“Los insectos se encuentran en todas partes y se reproducen rápidamente”, además de que tienen “bajo impacto ambiental”. Proporcionan proteína y nutrientes de alta calidad, y son “particularmente importantes como suplemento alimenticio para los niños desnutridos”, dice el estudio.
La FAO estima que expandir la superficie dedicada a la agricultura no es una opción sostenible, y con la sobreexplotación de los océanos, el cambio climático y la escasez de agua, ver a los insectos como una fuente de alimentación podría ser una opción ideal, pues para 2030 el mundo tendrá que alimentar a más de nueve mil millones de personas, además de los millones de animales que se crían al año.