El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, puede que se encuentre en uno de los momentos más difíciles de su administración por el sólo hecho de ser un creyente de la Iglesia Católica que apoya el aborto legal.
El pasado 21 de junio, la mayoría de los obispos pertenecientes a la Conferencia Episcopal estadounidense votaron en favor de que se redacte un documento destacando el significado de la eucaristía y enfatizando ahí mismo quiénes pueden o no ser excomulgados.
Entre esas personas, podrían aparecer las y los políticos que han estado en favor del aborto, como el presidente Biden, alejándolos de ese modo de uno de los rituales más importantes para los fieles católicos.
United States Conference of Catholic Bishops’ Vote to Write a Document on the Meaning of the Eucharist in the Life of the Church: https://t.co/40jLH8pw81 pic.twitter.com/x4dqi1DLrS
— U.S. Conference of Catholic Bishops (@USCCB) June 21, 2021
Ante esto, el jefe de Estado norteamericano ha sido cuestionado por la prensa sobre si considera que habrá una ruptura con la Iglesia Católica y cómo se sentía al respecto, a lo que el demócrata destacó que era una cuestión personal.
“Joe Biden es un hombre de fe fuerte. Va a la Iglesia, como saben, casi todos los fines de semana. Incluso fue cuando estábamos en nuestro viaje al extranjero. Pero es personal para él. Él no ve este tema a través de un prisma político”, declaró, por su parte, Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca.
Y aunque durante su votación los integrantes de la Conferencia Episcopal estadounidense no detallaron los nombres de las y los políticos que podrían estar vetados de la eucaristía, el nombre del líder demócrata resaltó dentro de la opinión pública debido a sus continuas posturas en favor de la interrupción del aborto.
Tan sólo cuando era vicepresidente y trabajaba de la mano de Barack Obama, Biden dejó en claro que, aunque personalmente estaba a favor de la vida por sus creencias religiosas, se rehusaba a implementar la misma idea al resto de los americanos.
“No creo que tengamos el derecho de decirles a otras personas, a las mujeres principalmente, que no pueden controlar su cuerpo. Esa es una decisión de ellas y de sus médicos. No voy a interferir con eso”, destacó.
De acuerdo con el doctor Felipe Gaytán Alcalá, catedrático e investigador de la Universidad La Salle, esta postura por parte de los obispos pudo haberse dado con el fin de presionar a Biden, como católico que es, para modificar su actuar político. Pero a pesar de eso, se ve difícil que lo logren.
“Biden es muy congruente. Desde hace muchos años ha estado apelando por la cuestión del reconocimiento de los derechos civiles, en este caso en los derechos de decisión y de consciencia por parte de los ciudadanos; entonces, no va a caer ante esto (…) Se va a mantener como un ciudadano presidente donde el tema de lo religioso lo va a llevar al ámbito privado”, resalta.
Además, hasta el momento no se prevé que al presidente se le niegue la comunión, pues los cardenales a los que suele acudir en Washington, Wilton Gregory; y en Delaware, Francis Malooly, ya lo declararon de ese modo.
“No tengo la intención de involucrarme en la política partidista ni pienso hacerlo en un futuro”, resaltó el cardenal Malooly, incluso antes de que se diera a conocer la postura de los obispos el pasado 21 de junio.
Por otro lado, aún se espera que el documento redactado por los miembros de la Conferencia Episcopal estadounidense sea aprobado de nueva cuenta en noviembre próximo y finalmente reciba el aval del Vaticano, un paso que podría resultarles difícil de alcanzar aun cuando el papa Francisco ha resaltado el valor a la vida.
Disputa política por religion de Biden
Durante estos meses, no se espera que el presidente Joe Biden realice un discurso referente a la postura de los obispos o a su fe en particular, sobre todo por el gran abanico de creencias que hay en Estados Unidos; algo que no se da en países como los latinoamericanos, donde el catolicismo es la religión más popular.
En caso de hacerlo, el doctor Gaytán Alcalá subraya que el demócrata debe enfocar sus palabras a una sociedad plural a fin de no desplazar a nadie.
Además, opina que si Biden tuviese que hablar de manera pública respecto a este tema, es porque el asunto ya llegó a un terreno político, como a la Suprema Corte, donde los obispos, otros grupos religiosos o los mismos político conservadores pueden a llegar a tener una influencia más fuerte en la toma de decisiones.
“El problema va a ser cuando se enfrente a estos grupos en el terreno político, ahí sí podríamos ver que se puede desarrollar una batalla. Sin embargo, como irlandés y católico, Biden va a saber separar las cosas”, opina.
Asimismo, se prevé que otros políticos de corte demócrata como el presidente actúen de la misma manera que él. Como Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, quien tampoco suele sacar a relucir en su vida política sus costumbres religiosas en favor del catolicismo.
