Bolivia va a elecciones en pandemia
El país sudamericano fijó una fecha para su próxima elección presidencial, jornada que se desarrollará en medio de la emergencia sanitaria
Mara EcheverríaBolivia elegirá a su próximo presidente en medio de la emergencia sanitaria que se vive a nivel mundial por el coronavirus. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) y los partidos políticos definieron una nueva fecha para la contienda, la cual fue aprobada por el Congreso boliviano.
Sin embargo, esta decisión abrió otro episodio en el jaloneo entre las fuerzas políticas del país, ya que la administración que encabeza Jeanine Áñez, presidenta interina, aceptó promulgar la ley que establece el 6 de septiembre como el día para los comicios, pero responsabilizó al expresidente Evo Morales de las consecuencias que pudiera traer el desarrollo de la elección durante la contingencia.
La administración federal de Bolivia proyecta que el punto más alto de coronavirus se registrará durante las dos últimas semanas de agosto, días antes de las elecciones que en un inicio estaban programadas para el 3 de mayo, pero fueron pospuestas por la declaratoria de emergencia sanitaria.
Yerko Núñez, ministro provisional de la presidencia, leyó una carta en nombre de Jeanine Áñez, en la que afirmó que la ley será promulgada por respeto a las instituciones y a la democracia, al mismo tiempo descartó cualquier conjetura respecto a que el gobierno intenta alargar la actual administración.
“Queremos pedir a quienes fijaron la fecha de elecciones y al señor Evo Morales Ayma que se hagan públicamente responsables de las consecuencias y los daños a la salud que puedan generarse con la realización de unas elecciones en el momento más grave de la pandemia”, escribió la mandataria en la carta pública que leyó Núñez durante una conferencia de prensa.
La Asamblea Legislativa Plurinacional, el órgano que ejerce el poder legislativo del gobierno, aprobó la convocatoria de elecciones sin mayor problema, dado que Movimiento al Socialismo (MAS), el partido político de Morales, tiene una amplia mayoría.
Durante las discusiones del Congreso, que tiene su sede en la ciudad de La Paz, el Movimiento Demócrata Social, partido político al que pertenece la presidenta, se abstuvo de votar en contra de la declaratoria sobre la elección.
La alianza Creemos, que postula a la presidencia a Luis Fernando Camacho, respalda la premisa de que se tienen que priorizar las vidas humanas, por lo que proponen iniciar desde cero el proceso electoral, en el que tienen el 7.1 por ciento de intención del voto.
Por el contrario, Carlos Mesa, candidato de la alianza Comunidad Ciudadana, respaldó la decisión de la Asamblea Legislativa Plurinacional al considerar que la fecha da tiempo razonable para que se reduzca la curva de contagios de Covid-19 en el país.
“Necesitamos lo antes posible un gobierno, tanto Ejecutivo como Legislativo, elegido en las urnas. Un gobierno que deberá enfrentar la crisis postpandemia”, dijo el candidato en un encuentro con medios locales.
Evo, la oposición y el Covid-19 en Bolivia
América Latina enfrenta una emergencia en materia sanitaria a causa del coronavirus y Bolivia no es inmune. El virus llegó a la nación días después de los primeros brotes en Brasil y México, registrados durante los últimos días de febrero.
Las autoridades sanitarias de Bolivia confirmaron los dos primeros contagios de Covid-19 el 10 de marzo en dos mujeres de las ciudades de Oruro y Santa Cruz, quienes viajaron a Bolivia desde Italia, país europeo que entonces enfrentaba una severa crisis por la pandemia.
Bolivia registra 15 mil 281 casos acumulados de Covid-19, dos mil 261 personas recuperadas y 512 decesos, de acuerdo con el monitoreo de la Universidad de Johns Hopkins al cierre de esta edición.
La región de Santa Cruz concentra cuatro mil 888 del total de contagios, Beni cuenta mil 242, La Paz registra 410, Cochabamba reporta 345 y Oruro contabiliza 154. Estos números y el respaldo de especialistas en epidemiología fueron los argumentos del Congreso para emitir un nuevo llamado electoral.
Con este proceso se espera que Bolivia ponga fin a la crisis política en la que se encuentra desde el 10 de noviembre del año pasado, cuando Evo Morales presentó su renuncia a la presidencia después de una jornada de protestas en la que opositores acusaron que cometió fraude electoral para permanecer al frente del país por un cuarto periodo presidencial.
Tras los violentos enfrentamientos entre partidarios y detractores, Williams Kaliman, jefe de las Fuerzas Armadas, pidió a Morales presentar su renuncia, por lo que algunos analistas políticos consideran que hubo un golpe de Estado.
En tanto, Jeanine Áñez se proclamó presidenta con el respaldo de una tercera parte del Congreso. La ahora mandataria emitió un decreto para prohibir a Morales postularse a la presidencia, pero eso no impidió que desde su exilio en Argentina, el exmandatario impulsara la candidatura de Luis Arce, quien está a la cabeza de las preferencias electorales, con 31 por ciento de la intención de voto, de acuerdo con un sondeo de Ciesmori.
Mientras el país se alista para la elección, un estudio independiente, que se basó en datos recopilados por el diario The New York Times, calificó como deficiente el análisis de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que concluyó que no hubo fraude en los comicios presidenciales de octubre de 2019.